La Junta Directiva de la CCSS acordó suspender las becas para 350 estudiantes de último año de las carreras de Medicina, Farmacia y Microbiología que comenzarán su internado de un año a partir del 1.° de enero entrante.
La decisión implica que esos 350 estudiantes no recibirán los cerca de ¢220.000 mensuales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por cumplir horarios ordinarios y guardias como parte del internado, un requisito de graduación e incorporación al respectivo colegio profesional.
La selección de los alumnos se realizaba con base en el examen que hace cada fin de año el Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social (Cendeisss), brazo académico de la Caja.
La decisión de congelar las becas la adoptó la Junta Directiva de la Caja el pasado 15 de diciembre y con la medida se intenta ordenar las finanzas de la entidad.
Se estima que solo en el 2012 la institución se ahorrará unos ¢1.400 millones por no dar las becas.
Pero la decisión de los directivos no solo tomó por sorpresa a los estudiantes, sino que causó molestia en ellos, pues alegan que la beca les permitiría asumir gastos diarios para transporte y alimentación, entre otros.
La beca a los internos está sustentada en el artículo 8 de la Ley 6.836 de Incentivos a los Profesionales en Ciencias Médicas, promulgada en 1982.
Según esa normativa, “el interno universitario tendrá una beca del 36,6% del salario base del médico general (G-1)”, es decir, unos ¢220.000 en la actualidad.
Rodríguez añadió que la ayuda económica no ha sido eliminada del todo, sino solo suspendida.
El director no quiso referirse a cuándo volverán a entrar en vigencia las becas, pues precisamente la Caja hará un análisis financiero y administrativo de lo que representa ese incentivo para la entidad.
Ese criterio no es compartido por Adrián Montealegre, vocal de la Unión Médica Nacional (UMN) y profesor de la Universidad de Costa Rica (UCR), quien estima que la Caja estaría “irrespetando” la Ley 6.836 que da lugar a las becas.
Para Montealegre, si bien la permanencia de los internos en los hospitales es meramente académica, ellos terminan haciendo labores asistenciales para los médicos residentes y los especialistas.
José Pablo Jiménez Trigueros, estudiante de último año de Medicina en la UCR, criticó que la Caja suspendiera las becas, porque más allá del monto los internos deben cumplir todos los días con horarios de trabajo y guardias, lo cual les impide tener otro trabajo para obtener ingresos económicos.
Jiménez explicó que está en formación un grupo de representantes de los internos conformado por estudiantes de la UCR y de las privadas Universidad de Ciencias Médicas, Universidad de Iberoamérica y Universidad Autónoma de Centro América.
El fin de ese grupo –dijo Jiménez– no es establecer medidas de presión contra la Caja, sino crear el diálogo para definir las becas.