A más tardar en 18 meses, los estudiantes de la Escuela Finca La Caja, en La Carpio, La Uruca de San José, deberán recibir clases en instalaciones adecuadas.
La Sala Constitucional ordenó al Ministerio de Educación Pública (MEP) mejorar ese centro educativo, al declarar con lugar un recurso de amparo interpuesto por los maestros, con asesoramiento de la Asociación Nacional de Educadores. Esa escuela apenas tiene 19 aulas en tres edificaciones separadas, que albergan a unos 1.850 niños.
Como no caben, esa primaria es de triple jornada; es decir, los menores apenas reciben tres horas y 35 minutos de lecciones al día.
En la mayoría de escuelas el horario es de por lo menos 5 horas.
Además, ahí ni siquiera existe una zona de seguridad para los niños en caso de que ocurra un desastre natural, como un terremoto.
Para los magistrados no quedó duda de que se trata de instalaciones “estrechas, inadecuadas e insuficientes”.
“No se puede perder de vista, como alegaron los recurrentes, que la educación puede ser el único recurso para que los niños puedan superar las condiciones de una población marginal.
”El Ministerio está obligado a ejecutar una solución, que aunque no sea definitiva, garantice el eficaz desarrollo completo del programa educativo en un ambiente que no ponga en riesgo la salud emocional y física de los estudiantes”, señala la sentencia.
Obras. Silvia Víquez, viceministra administrativa de Educación, dijo ayer que harán algunas mejoras en las instalaciones actuales.
Incluso, añadió la funcionaria, es muy posible que la conclusión del curso lectivo ahí se adelante para finales de noviembre.
Esto, con el fin de comenzar las obras y que estén listas para el próximo año escolar.
Víquez recalcó que, por el momento, no hay opción de levantar una nueva escuela por falta de terrenos en La Carpio ni tampoco de ampliar las instalaciones existentes. La única solución sería construir edificios de varios pisos.
Sin embargo, Alexánder Ovares, presidente de ANDE, opina que es muy difícil albergar a esa cantidad de niños en el espacio actual.
Por eso, considera que es necesario construir una nueva sede, en otro lote que debe buscar el MEP.
“Nos parece que es un tema que se debe resolver, porque han sido promesas y nada en concreto. Son años de estar con la misma situación”, argumentó Ovares.
La Carpio se fundó en 1993 cuando centenas de personas invadieron un terreno de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).