El Conavi debe extremar precauciones para evitar que la nueva losa de concreto del tramo Cañas-Liberia se resquebraje por el intenso calor guanacasteco.
La advertencia la hace el Laboratorio de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (Lanamme), en un informe divulgado esta semana.
Según los ingenieros del Laboratorio, cuando empiece el periodo de fragua (secado) de la nueva losa, hay que ser cuidadosos para que el material seque adecuadamente y se garantice su resistencia y durabilidad.
En el texto se explica la necesidad de que el concreto cuente con la humedad adecuada durante los días que demore en endurecer. Para eso se aconseja, entre otras alternativas, el uso de nitrógeno líquido en el diseño de la mezcla.
El proceso de secado puede verse afectado por la temperatura del aire –que supera los 30 grados Celsius en Guanacaste– la humedad relativa, la temperatura del concreto y la velocidad del viento. Si no se controlan estos elementos, se corre el riesgo de que la losa se fracture (agrietamiento térmico), “contracción por secado” o que se seque primero la capa más superficial del material y se formen “costras”.
Ayer, José Luis Salas, director ejecutivo del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), dijo que no ha leído el informe del Lanamme, pero aseguró que se toman todas las previsiones necesarias para evitar daños en la losa.
El proyecto Cañas-Liberia incluye la demolición de la vieja carpeta asfáltica de 50 kilómetros, ampliar la vía a cuatro carriles y construir una nueva losa de concreto, que empezaría a colarse en abril.
Además, la construcción o mejora de 18 puentes, ciclovías y bahías para buses. Todo cuesta $150 millones, dados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Recomendaciones. El informe del Lanamme, firmado por los ingenieros José Pablo Aguiar y Luis Guillermo Loría, sugiere algunos mecanismos para garantizar una buena fragua del concreto.
Además del nitrógeno líquido, se pueden utilizar marquetas de hielo para reemplazar el agua de la mezcla. Esta técnica resultó exitosa cuando se hicieron las losas del tramo Limonal-Tempisque.
Otras posibilidades incluyen “enfriar los agregados rociándolos con agua”, aplicar vapor de agua al concreto, “levantar barreras contra el viento y trabajar en la sombra o de noche”.
Los ingenieros concluyen que estas advertencias no pretenden “sugerir” que es “imposible” o muy difícil garantizar la calidad de la obra a construir.
“Lo que se quiere indicar es que como cualquier material compuesto, las losas de concreto y los materiales mejorados que van a ser utilizados, deben ser diseñados apropiadamente y sometidos a estrictos y serios controles de calidad para asegurar que la inversión que se está realizando sea óptima”, alegan.
En esa línea, José Luis Salas garantizó que la mezcla del concreto ya se envió al laboratorio, para garantizar que sea la adecuada para las condiciones climáticas de la zona.
También dijo que se utilizará hielo en el proceso para evitar fisuras.
Agregó que durante el colado del concreto (conocido como chorrea), la losa se cortará cada cuatro metros. Así, si hubiesen fisuras, solo se sustituiría el tramo que presente daños.
Por último, advirtió de que “si el concreto fallara, si las losas fallaran”, la responsabilidad recaería en el constructor: la empresa FCC Construcciones Costa Rica.
Está previsto que este viernes el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) anuncie, en Bagaces, los diseños de los 18 puentes del proyecto.