La expropiación de un terreno para proteger el arribo de tortugas baula que desovan en las costas de playa Grande, Santa Cruz, Guanacaste, le costará al Estado alrededor de $4 millones.
Así lo determinó el Tribunal Arbitral del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial (CIADI), ante el cual se elevó el caso desde el 2007.
Reinhard Unglaube, inversionista alemán y dueño del terreno, demandó a Costa Rica debido a que fue expropiado de una porción del terreno de 33,5 hectáreas, ubicado en playa Grande, muy cerca de donde está el Parque Marino Las Baulas.
René Castro, ministro de Ambiente y Energía, confirmó que en semanas el Estado debe pagar el dinero para recobrar ese terreno de forma legal.
Agregó que se hace en respuesta al llamado que hicieron la Contraloría General de la República y la Sala IV para poner orden en esa zona protegida, sita en la costa del Pacífico norte.
Se realizará un solo pago; un 40% provendrá de los ingresos que recibe el Ministerio del Ambiente y Energía (Minae) por la venta de entradas a visitantes de los parques nacionales, dinero que permanece en un fondo.
Mientras, el resto de la deuda se cubrirá con recursos del presupuesto del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
“Se están haciendo las modificaciones del caso para realizar los pagos correspondientes. Eso se hará en semanas”, dijo Castro.
Robert van der Putten, representante legal de Unglaube, manifestó que el litigio se inició debido a que en algún momento el Estado otorgó permisos para obras y las personas invirtieron, pero luego las autoridades cambiaron de criterio y expropiaron.
“Hace seis meses se dictó el laudo y acudimos a un arbitraje porque la Justicia en Costa Rica ha sido más lenta”, expresó el abogado.
Van der Putten puntualizó que el reclamo era por s $20 millones; no obstante, el Tribunal Arbitral se limitó a calcular solamente los daños causados a la fecha y no los que se calculaban a largo plazo.
El representante legal declaró que su cliente no prevé construir nuevas edificaciones en la zona hasta que se haga efectiva la toma de terrenos por parte del Estado.
En la propiedad del extranjero existe un hotel y la casa de habitación. Además, hay infraestructura para servicios públicos.
El Estado se vio obligado a expropiar al extranjero luego que en el 2003 se declaró de interés público recobrar esos terrenos.
La baula es la más grande de las tortugas marinas y, contrario a las otras especies, su caparazón es suave como un cuero. Está considerada en peligro de extinción, dado que en los últimos 20 años su población ha decaído en más del 90%.
Entre 1988 y 1989 llegaron 1.504 tortugas a playa Grande; diez años después solo arribaron 32 baulas.