Cartago. Con un llamado a vestir “con recato” y “con pudor”, el obispo de esta ciudad, Francisco Ulloa, presidió ayer el acto de “vestición” de La Negrita .
“Sin este (recato), las deshumanizan (a las mujeres), las vuelven una cosa, un objeto nada más”, dijo el religioso durante la homilía realizada en la Basílica de los Ángeles.
Ulloa abogó, además, porque el “don sexual que le dio Dios a la mujer esté revestido de amor, fidelidad, para su más alto fin: la fecundación”.
Por esa razón, llamó a combatir el “erotismo” y la “pornografía”, que a su criterio se profundizan en el país, convirtiendo a la mujer en “producto de consumo”.
En contraposición, destacó la decisión de las mujeres “que consagran a Jesús su virginidad, aún no siendo religiosas”. Este es el caso de las integrantes de la llamada Orden de Mujeres Vírgenes.
Con este mensaje de fondo, la imagen de la Virgen de los Ángeles estrenó una vestimenta, para la celebración de hoy.
Se trata de una prenda de raso, donde se observan dos ángeles, que adoran a Jesús eucarístico, en el vientre de su madre, María.
El traje fue elaborado por las Monjas Clarisas Contemplativas de Clausura, quienes residen en el convento de Las Cóncavas, carretera a Paraíso de Cartago.
Otros mensajes. Mientras transcurrían los actos litúrgicos, Andrea Ramírez – quien se identificó como colaboradora de la Basílica,– distribuyó entre los asistentes el folleto titulado “La fertilización in vitro no es una respuesta”.
Su impresión, según se indica, es patrocinada por la Conferencia Episcopal de Costa Rica.
“No debemos aceptar la recomendación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: va contra el derecho a la Vida (sic). Costa Rica debe desarrollar modernas estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento para a atender a las parejas con infertilidad”, señalan las conclusiones.
A la actividad acudieron gran cantidad de fieles, entre estos mujeres que ofrecieron vestidos nuevos a la imagen.
“Estoy emocionada, porque llevo los vestiditos bendecidos. Es una devoción que tengo y los regalo a enfermos para su consolación”, dijo Anabelly Alvarado, vecina de Cachí.
También ese encontraba el ciclista Andrey Amador, quien regresó recientemente de Francia, tras correr el famoso Tour.
“Quería agradecer a la Virgen, la protección que me dio”, expresó el pedalista.
Durante la misa, el obispo Ulloa destacó la presencia del legado extraordinario del papa Benedicto XVI, cardenal mexicano Francisco Robles, quien impuso un rosario de oro a la Virgen, por los 375 años de su hallazgo.