Los daños del puente sobre el río Virilla –en la autopista General Cañas– no se resuelven con atender únicamente “la platina”.
La estructura cincuentenaria exige reparaciones urgentes en vigas, cerchas, los apoyos sobre los bastiones y un reforzamiento general.
Los trabajos permitirán que uno de los puentes más importantes del país, por el que pasan 80.000 vehículos al día, resista futuros sismos de gran magnitud y extienda su vida útil en 30 años.
Estas conclusiones se derivan de al menos dos análisis y cinco inspecciones realizadas en el último año por el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA).
Esos estudios también demostraron que el arreglo de la losa del paso elevado falló porque el concreto no reunía los requisitos de resistencia necesarios para soportar la carga vehicular.
Además, la Dirección de Puentes del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) autorizó la colocación de una rejilla menos rígida de la que exigía el diseño original, propuesto por la empresa LB Foster.
Esta combinación de materiales permitió que el concreto se desmoronara, cuando apenas tenía 10 días de colocado en la losa del puente sobre el río Virilla, resume el informe más reciente del Colegio de Ingenieros dado a conocer ayer.
Obras urgentes. Carlos Fernández, ingeniero estructural a cargo del último estudio del CFIA, sostuvo que el puente arrastra debilidades producto de la edad, la sobrecarga y el abandono.
Por ejemplo, el paso elevado se diseñó en 1957 cuando los requisitos para mitigar los efectos de un fuerte sismo eran menos estrictos a los actuales. Además, se inauguró en 1961 para soportar camiones de hasta 22 toneladas, pero los furgones que pasan en la actualidad pesan el doble.
Así, las vigas y las cerchas están herrumbradas y llenas de maleza y los apoyos –que sostienen la superestructura del puente sobre los bastiones– están desbalanceados y presentan filtraciones de agua que deterioran el metal.
“El CFIA recomienda la intervención inmediata y completa de toda la estructura existente: superestructura (vigas y cerchas), subestructura (columnas) y fundación (base del puente en el suelo), para aumentar su vida útil en al menos 30 años más. Esta rehabilitación debe ser integral”, agrega el resumen de prensa del Colegio.
Francisco Jiménez, ministro de Obras Públicas y Transportes, aceptó ayer que todas estas obras son urgentes y ya conocidas por su despacho. No obstante, no precisó si ya hay un plan de remediación previsto, adicional a la atención de la losa.
María Ramírez, directora de puentes suspendida de su cargo, dijo el miércoles que todas estas obras de reforzamiento están previstas en el contrato de concesión de la ruta San José-San Ramón.
Sin embargo, dicha concesión se entregó hace seis años a la firma Autopistas del Valle, que aún no logra conseguir el financiamiento para desarrollar todo el proyecto.
Si el MOPT quisiera asumir las obras específicas de refuerzo del puente del Virilla, tendría que pedir un permiso de la Contraloría, para sacarlas de la concesión.
Mientras tanto, la única solución en la mesa es construir un puente de cuatro carriles, que corra paralelo al actual.