A partir del 2014, la reprobación de estudiantes al concluir el primer grado de la escuela será una excepción y dependerá, no de la capacidad que tenga el alumno para leer , sino de su asistencia y su desarrollo emocional.
El cambio está contemplado en el nuevo programa de Español para Primer Ciclo , aprobado por el Consejo Superior de Educación (CSE) en mayo, y dado a conocer ayer por el Ministerio de Educación Pública (MEP).
El ministro de Educación, Leonardo Garnier, explicó, en conferencia de prensa, que la enseñanza de la lectoescritura ahora será un proceso continuo que se extenderá durante primero y segundo grados de la escuela.
“Uno de los elementos más importantes de esta reforma es entender que no todos los niños aprenden igual”, opinó Garnier.
“El problema que hemos tenido es que, hasta ahora, un niño que en el tercer trimestre de primero aún no tiene las destrezas (para leer y escribir), lo devolvemos al primer semestre, cuando lo que necesita es dar el paso siguiente”, agregó el ministro.
Con la reforma, el aprendizaje de la lectura y la escritura se dividirá en dos unidades, separadas por una fase de articulación a finales de primer grado y principios de segundo, para nivelar destrezas.
Además, las evaluaciones en primer grado únicamente tendrían el propósito de funcionar como diagnóstico para atender las debilidades del alumno.
Por ello, un niño únicamente perdería el año si tiene una asistencia inferior al 80% o si el personal docente detecta retrasos en el desarrollo emocional o en su madurez.
Roma Campos, asesora nacional de Español, dijo que la capacitación de docentes se iniciará en julio. Agregó que el programa será una guía de trabajo con una gran cantidad de recomendaciones.
Asimismo, se instará a mantener al mismo docente con los niños durante ambos años.