Algunas páginas web de anuncios clasificados se han convertido en vitrinas para interesados en vender o adquirir un órgano de trasplante.
La información es similar a la que se encontraría en el caso de un carro usado o una pieza de joyería: que está en buen estado y a un precio razonable.
Los costos varían según el oferente, desde los ¢500.000 hasta los $200.000. Algunos incluyen tipo de sangre, edad o información sobre hábitos de salud. Otros imponen exigencias respecto del lugar en el cual se realizará el procedimiento.
Sin embargo, muchas ofertas también evidencian la desesperación de los vendedores.
“Tengo 30 años, no tengo vicios y mi tipo de sangre es A+. Vivo en Desamparados y estoy vendiendo uno de mis riñones en 70.000 dólares americanos para pagar deudas y salir de esta difícil situación económica”, indica un hombre, quien dice ser paramédico desempleado.
“Soy un joven de 25, saludable y sin vicios...Por problemas económicos he decidido poner en venta un riñón. Mi sueño más grande ha sido estudiar y tener un futuro mejor y llegar a tener mi propia empresa (...). No saben lo feo que es soñar y ver que la realidad es dura contigo”, sostiene otro vendedor.
En Facebook, también existe una página que dice dedicarse a la compra de riñones en Costa Rica. No obstante, tiene poca actividad y escasos seguidores. Además, no incluye ninguna información de contacto.
En esos espacios, también aparecen vendedores interesados de otros países, incluida Colombia.
En cuanto a los compradores, las procedencias también son variadas.
De acuerdo con el director ejecutivo del Consejo para la Promoción Internacional de la Medicina en Costa Rica (Promed), Mássimo Manzi, los casos sobre los cuales había recibido denuncias involucraban a compradores de países como Israel y los Estados Unidos .