Por cada turno de ocho horas, 53 oficiales del Tránsito del Valle Central deben atender, en promedio, seis colisiones leves por hora.
Esta situación les limita el tiempo para responder a otras obligaciones, como regular el tránsito, velar por el cumplimiento de la ley y participar en operativos de carretera .
Inspeccionar la escena de alguna de las cerca de 150 colisiones que a diario ocurren toma unos 30 minutos; llegar al sitio del percance puede tomar hasta tres horas.
Eso va a depender de la disponibilidad de personal, de la hora a la que se produce el hecho (es más difícil en hora pico) y de la distancia por recorrer.
Ayer, por ejemplo, una vagoneta golpeó un taxi mientras descargaba material en Sabanilla, Montes de Oca. Tras 40 minutos a la espera de un tráfico, los conductores decidieron retirarse.
La Policía de Tránsito cuenta con 900 oficiales en todo el país, de los cuales 160 trabajan en el área metropolitana. A este grupo se le debe restar el personal en oficinas y la escolta presidencial.
“La cantidad de accidentes menores en el área metropolitana nos ahoga”, destacó German Marín, director de Tránsito.
Desde el 2010 no se contratan más oficiales debido al limitado presupuesto del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi).
Según Marín, para cumplir debidamente con la tarea es necesario contratar a 240 agentes más. En el país hay un faltante de entre 1.200 y y 1.500 oficiales.
El funcionario agregó que de acuerdo con la peligrosidad de la zona, los oficiales deben ir en pareja, según se les ordenó.
“Yo hice la solicitud de ampliar (las contrataciones), pero está difícil. Al parecer, nos darán algunas plazas, pero hasta el otro año”, explicó el jerarca.
Otra posibilidad es incentivar la educación de los conductores, pero el panorama no es alentador.
“Estamos entre la espada y la pared porque no podemos hacer tantos operativos preventivos y campañas. La limitada cantidad de oficiales se debe dedicar a atender esos accidentes”, dijo Marín.
Ordenar plazas. Para Joselito Ureña, secretario del sindicato de tráficos, la solución está en ordenar el uso de las plazas de la entidad.
Según enfatizó, varios oficiales están en labores administrativas y no en labores de carretera.
“Por ejemplo, solo en Casa Presidencial se tienen destacados a cuatro oficiales y en un montón de delegaciones tienen a oficiales que no salen a las calles. Primero se debe ordenar esos aspectos antes de contratar a más gente”, indicó Ureña.
Un informe del sindicato reveló que 45 oficiales a nivel nacional están en “otras labores”, como ser escoltas de la Presidencia.
Ureña sostiene que en realidad son 122 los oficiales en el área metropolitana.
Silvia Bolaños, viceministra de Transportes y exdirectora del Cosevi, aseguró que en el presupuesto del 2014 se incluirá una partida para 100 plazas nuevas.
La versión fue secundada por Pedro Castro, ministro de Obras Públicas y Transportes, quien ratificó que se destinarán ¢700 millones para ese objetivo.
Bolaños manifestó además que intenta recuperar cerca de 11 plazas de oficiales que actualmente se usan para labores administrativas, como la realización de pruebas prácticas de manejo.