En el informe SGF-083-2003, la Dirección General de Tributación llegó a la conclusión de que los ¢2.991 millones hallados en las cuentas del matrimonio Villatoro Lazo eran producto de su actividad comercial.
Los investigadores tributarios destacaron, entre otras cosas, que los comerciantes reportaron para ese período importaciones por ¢217,7 millones.
Asimismo, que la empresa Cristian Internacional –de Villatoro– declaró, en el período 2000, ingresos por ¢37 millones, pero en sus cuentas hallaron depósitos por ¢354 millones.
Eso, entre otras razones, no alcanzaba para justificar la existencia de depósitos por casi ¢3.000 millones en las cuentas del matrimonio, según el Ministerio de Hacienda.
El auditor del OIJ dejó entrever que las autoridades del fisco cometieron un error al considerar el dinero de los depósitos como utilidades netas (ganancias) producto de la actividad comercial.
Solo existe gravamen sobre las ganancias una vez que se descuentan rubros como gastos de inversión, pago de salarios y alquileres, entre otros.
El funcionario investigado determinó que “no existen elementos que señalen que la totalidad de los ingresos bancarios son únicamente producto de las ventas de mercancía”.
El auditor alegó que parte del dinero encontrado en las cuentas correspondía a préstamos y que otro era por venta de artículos escolares, exentos del pago de impuestos.
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