Merxaz está a miles de kilómetros de distancia, a la espera de que una noticia le cambie la vida. Si su visa de estudiante es aprobada, tomará un avión que lo traerá desde Medio Oriente hasta San José.
Aquí el joven, de 23 años, estudiará Ingeniería del Software, la misma carrera que cursaría en su país si la guerra no se lo impidiera.
Como él, otros dos veinteañeros de Siria ya fueron seleccionados por el Proyecto Habesha para llevar una carrera universitaria: uno eligió Relaciones Internacionales, y el otro Ingeniería en Sistemas.
Ellos estudiarán con las becas que les otorgaron las universidades Cenfotec, Ulacit e Invenio. Al proyecto también se unió la universidad Véritas. En total, las cuatro casas privadas de enseñanza se comprometieron a otorgar 11 becas completas, las cuales serán aprovechadas por muchachos afectados por el conflicto armado en Siria.
El proyecto está activo en Costa Rica, Colombia y México, y le da la oportunidad de estudiar a jóvenes que se comprometen a ayudar a reconstruir su país, al cual volverán en cuanto sea seguro.
"Estamos muy contentos con la selección que se ha hecho, porque hay muchas formas en las que se puede probar que quieren ser esos agentes de cambio que buscamos. Tienen una muy buena impresión de Costa Rica por la cultura internacional que se ha generado del país, como un referente de paz, desarrollo sostenible y solidaridad", expresó Steven Guerrero, presidente de Habesha en Costa Rica y cofundador del proyecto a nivel regional.
Guerrero explicó que algunos de los beneficiarios tendrán condición de refugiados, pero llegarían a Costa Rica con visa de estudiante, las cuales apenas se van a empezar a tramitar.
De acuerdo con el presidente de la organización, los beneficiados son referidos por entidades internacionales y elegidos por un comité de cinco expertos en áreas como Psicología, Cultura de Oriente Medio y educación para personas en riesgo social.
Ellos vivirán con familias seleccionadas por Habesha, y, además de los estudios universitarios, recibirán un curso sobre paz y democracia, las cuales, para Guerrero, son fortalezas del país.
La organización espera que los primeros tres estudiantes estén en suelo tico para el inicio del tercer cuatrimestre del 2017 (en setiembre, aproximadamente), mientras que los demás llegarían a inicios del 2018.