La Auditoría del Ministerio de Educación Pública (MEP) maquilló un reporte sobre errores de operación en universidades privadas y la falta de supervisión del Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup).
Un primer informe en borrador, del 12 de marzo del 2013 (DAI-0188-13), señalaba nombres de universidades y las fallas en que incurrieron. Sin embargo, el 25 de octubre del 2013, el documento final salió con 10 páginas menos (DAI-1017-13), sin esos detalles iniciales.
Los responsables del cambio fueron el auditor interno del MEP, Harry Maynard, y la auditora Adriana Chávez.
La Nación comprobó que la versión publicada no contiene varios cuadros sobre carreras aprobadas sin reunir los requisitos, sedes que abrieron sin previa inspección y órdenes de cierre de algunos centros pero que el Conesup nunca ejecutó.
Las variaciones ocurrieron entre abril y octubre del 2013, luego de que el entonces ministro de Educación, Leonardo Garnier, descalificara la investigación dirigida por Freddy Quesada, entonces jefe de Auditoría de Programas Académicos.
Quesada dijo a La Nación que Garnier, además, emitió observaciones que motivaron las modificaciones al reporte.
“Fue como llegar a un paredón. El ministro Garnier nos lapidó el informe y descalificó todo el trabajo. Luego, don Harry (Maynard) ordenó hacer todos los cambios; me negué y entonces él hizo lo que quiso con ese informe (…)”, afirmó Quesada.
Callar errores. Por su parte, el auditor Harry Maynard admitió que le hizo “correcciones al informe”, pero, según expresó, eso se debió a que el primer documento era “exagerado y con errores de universidades que no valía la pena mencionar”.
Entre otros temas, el primer documento criticaba la gestión del Conesup durante la última década en áreas como la falta de inspección, ausencia de liderazgo y mala estructura organizacional.
“Ese informe fue un desastre. El jefe de la investigación (Quesada) exageró todos los comentarios y don Leonardo (Garnier), que es un estudioso del tema, nos lo deshizo todo. A mí me dio vergüenza y le dije que lo cambiaría”, manifestó Maynard.
Para el auditor interno, los defectos señalados, como la carencia de requisitos para abrir una sede universitaria o errores en la presentación de un posgrado universitario, son “elementos nada graves”, como para ser citados en informes de auditoría.
“Que las universidades privadas metan la pata es muy común. Detectamos unos cuantos errores que ocurren cada muerte de obispo y que no valía la pena mencionar”, añadió Maynard.
Consultado al respecto, el exministro Garnier rechazó haber solicitado cambios específicos en el documento.
“Así, de memoria, no recuerdo. Sí hubo una reunión en la que señalé varios errores conceptuales y metodológicos, pero de ese informe en específico, no recuerdo”, afirmó Garnier.
Según el oficio DM-0457-4-2013 del 24 de abril del 2013, Garnier rechazó los hallazgos de Quesada.
“El informe expresa juicios de valor en relación con el Conesup, no sustentados en pruebas concretas o con información limitada”, fundamentó el exministro.
Quesada se negó a hacer cambios y luego decidió no participar en las correcciones que se realizaron a partir de abril, finalmente incluidas por el auditor Maynard en la versión definitiva, en la cual, además, agregó como autor a Quesada, a pesar de no contar con su consentimiento.
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