Los prejuicios, temores y alarmas surgieron luego de que el Ministerio de Educación Pública (MEP) anunciara que los estudiantes de décimo año recibirán, a partir del 2018, una asignatura específica sobre sexualidad y afectividad.
La medida motivó, incluso, una manifestación cuyos participantes sostuvieron que la nueva materia irrespeta sus creencias religiosas al promover las prácticas sexuales tempranas y el cambio de preferencia sexual.
Sin embargo, ¿en qué consiste realmente el programa?
Una revisión hecha por La Nación a los contenidos que se van a impartir en secundaria y de los que ya reciben los escolares revela que estos van más allá de diversidad sexual o de relaciones genitales.
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Contenido. En el 2018, en secundaria entrarán a regir los programas de estudio de Educación para la Afectividad y Sexualidad Integral. Paralelamente, en décimo se comenzará a impartir la materia de Educación para la Afectividad y la Sexualidad, a cargo de docentes de Psicología.
En el caso de sétimo año, los muchachos conocerán sobre los cambios biológicos y psicológicos que ocurren durante la adolescencia.
También estudiarán la diversidad de identidades de género, expresiones de género y las orientaciones sexuales.
Nelson Campos, asesor nacional de Ciencias, dijo que se hará énfasis en el respeto.
“Se abordan las distintas manifestaciones de violencia (en pareja, familia, colegio, la calle, redes sociales) y las medidas necesarias para su prevención y atención”, indicó.
A los jóvenes se les desafiará para que respondan qué harían si ven que a una mujer le gritan groserías en la calle, o si les llega una foto de una compañera del colegio desnuda, o bien, qué harían si se enteran de que un funcionario del centro educativo quiere salir a solas con una de sus compañeras.
Temas de este tipo serán comentados en grupos para identificar cuáles son los mitos, temores, resistencias y mecanismos de denuncia.
De los 316 feminicidios registrados entre el 2004 y el 2014, un 15% fueron cometidos contra menores de edad, según datos del Poder Judicial.
Por otra parte, las relaciones impropias fijadas por una ley reciente serán tema para octavo. La normativa, vigente desde enero, castiga con cárcel a los adultos por tener sexo con adolescentes.
Entre el 2014 y 2015, el MEP tramitó 23 casos de funcionarios que mantuvieron una relación sentimental con un estudiante menor de edad.
De ahí en adelante, el tema se reforzará en cada nivel.
Para Seidy Elizondo, docente de Orientación del Liceo Rural El Jardín, en Pérez Zeledón, es muy importante hablar de esta temática en las clases.
“Un día, una muchacha de octavo me preguntó si era normal que el novio quiera tocarla, aunque ella no quería. Dijo que las amigas le decían que tenía que dejarse porque era normal.
”Me decía que sentía presión para tener relaciones ya que, según le decían, eso la haría más atractiva para los hombres”, relató la educadora.
Anticonceptivos. Los muchachos que cursan noveno año, son los primeros en recibir información formal sobre métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Esto podría considerarse tardío si se considera que el 55% de los jóvenes tienen su primera relación coital entre los 13 y los 15 años, según un estudio de la Clínica del Adolescente del Hospital Nacional de Niños, realizado en 2015 con 3.074 colegiales.
Sonia Marta Mora, ministra de Educación, explicó que la idea es que los programas vayan preparando a los muchachos poco a poco, hasta llegar al tema de los anticonceptivos
Según el estudio de la Clínica del Adolescente, el 75% de los jóvenes creían que el coito interrumpido era efectivo para prevenir el embarazo y el 67% no sabía cómo evitar enfermedades de transmisión sexual.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2013 hubo 12.800 embarazos de menores de 19 años; en 2015, fueron 11.600.
Los contenidos de sexualidad de tercer ciclo (sétimo, octavo y noveno) se imparten en las materias de Ciencias, Orientación y Educación Cívica.
Nueva materia. A manera de cierre, los alumnos de décimo abordarán las relaciones coitales placenteras, derechos sexuales y reproductivos, sexualidad para personas con discapacidad, así como paternidad y maternidad responsables.
Además, se abordará con los jóvenes los derechos de la población LGTBI (lesbianas, gais, bisexuales, personas transgénero e intersexuales).
Se les consultará, por ejemplo, qué proyectos de ley propondrían si fueran diputados en relación con personas con discapacidad o población LGTBI; participación igualitaria en la crianza de los hijos y prevención de relaciones abusivas.
El MEP, además, pretende acercarse a los padres para combatir los mitos. “Uno muy fuerte que he visto es un mito según el cual la orientación sexual se puede manipular y enseñar. A los heterosexuales nunca nos enseñaron a ser heterosexuales, dijo la ministra.
”Un segundo mito es que hablar de sexualidad fomenta las relaciones sexuales tempranas, cuando la investigación dice lo contrario; hablar de sexualidad genera que se pospongan esas relaciones, porque se conoce mejor su relevancia y los riesgos que conlleva”, expresó.
‘Si hubiera sabido cómo cuidarme, sería distinto’
Ella sabía que un embarazo era posible. Sin embargo, nunca le habían hablado sobre métodos anticonceptivos ni había recibido educación sexual; por lo tanto, no tenía ni idea sobre cómo cuidarse.
Ana, quien pidió reservar su apellido, quedó en cinta a los 14 años. Actualmente , cursa undécimo año en un colegio de Puntarenas.
"En ese momento, no existían estos programas. Yo siento que si hubiera sabido cómo cuidarme, tal vez si alguien me hubiera hablado, la situación habría sido distinta" , dijo.
"Sabía que podía pasar (quedar embarazada)... Cuando comencé con los síntomas y luego de que lo confirmé, lo tomé normal; nunca pensé en decir no lo quiero y mi mamá me apoyó", relató la joven.
Debido a que su embarazo era de riesgo, tuvo que dejar un tiempo el colegio. No regresó al año siguiente porque debía cuidar a su bebé.
La muchacha, quien está en un colegio técnico, dice que aunque la maternidad hace que todo se complique, siempre se puede seguir estudiando. Su plan es ir a la universidad y graduarse en Contaduría.
"A las muchachas más jóvenes les diría que conozcan bien a la persona con la que van a dar el paso (relaciones sexuales) y que se cuiden mucho, no solo de un embarazo, sino también de enfermedades", concluyó.