Los alumnos de colegios nocturnos sacaron las peores notas en pruebas de bachillerato del Ministerio de Educación Pública (MEP) en la última década.
En la promoción del 2013, solo en Cívica y Estudios Sociales llegaron a calificaciones promedio superiores a 70.
Según la Dirección de Control de Calidad del MEP, el desempeño de estos centros educativos llega a un resultado promedio de 66, que empeoró desde el año 2005.
En Matemáticas y Química, las notas promedio de los nocturnos no llegan ni a 60, desde hace cinco años.
Esta modalidad educativa, diseñada para jóvenes y adultos que no pudieron terminar la secundaria, está en un pantano plagado de deserción y de mal desempeño académico.
“Ellos tienen menos horas de estudio, los profesores no siempre imparten las lecciones, algunos estudiantes llegan tarde o no llegan, porque tienen que trabajar. Esta es la modalidad con más desertores y esos factores tienen efecto en las pruebas”, afirmó Félix Barrantes, director de Gestión de Calidad del MEP.
Los colegios nocturnos Alfredo González Flores (Heredia), el de Cartago y el Miguel Obregón Lizano (Alajuela) encabezan la lista de centros educativos con índices de abandono más altos.
“Los datos son para utilizarlos. Vamos a coordinar acciones para bajar la cifra de estudiantes que se salen de los nocturnos y a mejorar el rendimiento”, manifestó la ministra de Educación, Sonia Marta Mora.
Factores. Profesores y directores coinciden en que el tiempo efectivo que tienen los estudiantes para prepararse es insuficiente para pasar las pruebas.
“Un factor que afecta a los nocturnos es que los exámenes son estandarizados, sabiendo que en la noche pasan menos horas en el aula. En el día, reciben dos horas más. La situación económica y las jornadas laborales también influyen”, dijo Numan Alvarado, director del Colegio Nocturno Calasanz, en Montes de Oca.
Para el director de Control de Calidad, Félix Barrantes, para lograr un cambio hay que revisar el currículo que se imparte en los colegios nocturnos.
Barrantes agregó que el ausentismo de alumnos y profesores y la desmotivación provocan el mal rendimiento en los exámenes del MEP.
“En algunos profesores hay muy poco incentivo porque tienen menos lecciones y ganan menos. Hay que cambiar el currículo y la metodología, si se quieren cambios”, añadió Barrantes.
El Colegio Nocturno Braulio Carrillo, en Tibás, es una excepción a la regla. En los últimos cuatro años ha mejorado su promoción de bachillerato y disminuido el número de desertores.
“Para lograr que los resultados sean buenos se necesita compromiso de profesores y de estudiantes. Tengo docentes que vienen los fines de semana a dar tutorías, sin que se les paguen horas extra y ayudan a los alumnos”, explicó Patricia Garro, directora del Colegio Braulio Carrillo.
Según los datos de la Dirección de Gestión y Evaluación de la Calidad del MEP, los colegios del país bajaron sus notas promedio, siendo los nocturnos públicos los que sacaron las peores del 2000 a la fecha.
El último informe del Estado de la Educación (2013) indica que las notas se ven aumentadas por las “curvas” y por los puntos en presentación (40% de las calificaciones de colegio).