Una llamada de atención por escrito es el máximo castigo recibido por las universidades privadas si incumplen requisitos exigidos por el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup).
Las fallas más comunes son entrega de títulos irregularmente y la apertura de sedes sin autorización. Pese a ello, estos centros privados siguen matriculando estudiantes, sin recibir sanciones.
El director del Conesup, Mario Sanabria, afirma que la falta de personal y una legislación vigente desde hace 33 años limitan el desempeño del Consejo en la fiscalización de la calidad de la educación.
“La amonestación por escrito es una medida muy laxa. Hay que llenar los vacíos jurídicos que tiene la ley actual, que se aprobó cuando el país solo tenía una universidad privada. La legislación actual y la falta de personal de inspección (nueve funcionarios) nos tiene atados de manos”, explicó Sanabria.
El Conesup es la entidad estatal que tiene la responsabilidad legal de vigilar y fiscalizar la educación superior privada.
A la fecha, hay 53 universidades privadas que por año inscriben un promedio de 27.768 títulos ante el Conesup. Solo en el 2014, los centros privados graduaron a 33.240 profesionales.
El último informe del Estado de la Educación (2013) critica la falta de vigilancia del Conesup a la educación superior privada.
“El Conesup tiene una lectura restringida de la ley en la fiscalización de las universidades privadas y esto afecta a los estudiantes, que confían en que el Estado vela por la calidad. Al final son los jóvenes quienes pagan la factura por una tarea que el Estado no realiza”, explicó Isabel Román, investigadora del Estado de la Educación.
En un informe de la Auditoría del Ministerio de Educación Pública (MEP), el auditor Harry Maynard omitió las fallas de cinco universidades privadas y debilidades del Conesup, porque consideró que eran errores que no valía la pena mencionar en el documento.
“Que las universidades privadas metan la pata es lo más común del mundo. ¿Para qué vamos a hacer un alboroto por esos pequeños errores? Sí hice los cambios en ese informe, en el 2013, porque a mí me avergonzó quedar tan mal con don Leonardo Garnier, siempre hemos sido muy buenos amigos”, afirmó el auditor Maynard.
La ministra de Educación, Sonia Marta Mora, dijo que conversará con el auditor Maynard, luego de que el Conesup le envíe un criterio técnico sobre los informes que maquilló la Auditoría.
“No comparto lo que dice el auditor (sobre la declaración de que no valía la penar citar los errores). Creo que la función de una auditoría es detectar problemas, fortalezas y generar recomendaciones para que los errores no se repitan”, expresó Mora.
Errores recientes. A la fecha, el Conesup tiene bajo investigación nueve casos contra universidades privadas por anomalías en sus funciones. Los nombres de esos centros educativos no se pueden revelar, debido a que los expedientes están abiertos.
Hay otros seis expedientes en el Conesup que concluyeron con llamadas de atención por escrito a las universidades Creativa, Católica, Juan Pablo II, Hispanoamericana Panamericana y Metropolitana Castro Carazo (UMCA).
Los errores fueron la entrega de un título de doctorado en Ciencias de la Educación a una bachiller en Enfermería, la apertura de sedes sin requisitos, estudiantes que inician una licenciatura sin haber concluido el bachillerato y otros que entran a la universidad sin concluir secundaria.