La compra de útiles y uniformes para la entrada a clases es una excursión por tiendas para los niños que puede golpear el bolsillo de los padres hasta por ¢100.000 por cada estudiante.
Completar la lista de cuadernos y materiales del Ministerio de Educación Pública (MEP) para primaria cuesta desde ¢22.350 hasta ¢53.000, mientras en secundaria los costos van de ¢25.000 a ¢60.000, según la tienda y las marcas de productos que se seleccionen.
La Nación comparó cinco comercios en San José (Universal, Pasoca, Ekono, La Gloria y Librería Lehnman) y halló diferencias de precios de hasta ¢2.500 en productos de la misma marca.
También, algunas tiendas ofrecen sus productos sin la respectiva etiqueta con el precio.
“Un consumidor responsable, compara precios y se ajusta a sus necesidades. Es recomendable que revisen lo que quedó en buen estado del año anterior, para que no lo vuelvan a comprar”, dijo Cynthia Zapata, directora de Apoyo al Consumidor del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).
Entre los artículos más caros están los bultos y las loncheras para preescolares. En todos los negocios, esos artículos no bajan de ¢10.000 y, según sea el diseño y el tamaño del salveque, el precio oscila entre ¢19.800 y ¢60.000.
Precio de la moda. Los estampados con caricaturas en cuadernos hacen que la lucha sea más complicada para los padres de primerizos en las aulas.
Un cuaderno de 100 hojas y sin dibujos en portada puede costar ¢850, mientras la caricatura sube el precio hasta ¢5.450.
“Ellos quieren que uno les compre de todo, pero está difícil. Pude comprar solo un uniforme para cada uno. El par de zapatos, las dos camisas y los pantalones costaron ¢40.000. Guardé ¢250.000 de diciembre para hacerle frente a estos gastos”, contó Rosa Villalobos, madre de dos niños de primero y quinto grados de escuela.
Los pantalones más baratos para escolares cuestan ¢7.500 y las camisas ¢4.900. Los zapatos de menor precio se encuentran entre los ¢12.600 y ¢15.000.
Otras familias esperan el salario escolar o utilizan subsidios para hacer las compras.
El Gobierno desembolsará la noche del 21 de enero unos ¢115.000 millones para 145.000 trabajadores, por salario escolar.
Este corresponde a los sueldos brutos devengados (incluidos salarios extraordinarios) del 1.° de enero al 31 de diciembre, multiplicado por 8,19%.
“Andamos solo de ventana en ventana, tratando de ahorrar al máximo. No duele invertir en los hijos cuando tienen un buen rendimiento académico, pero igual sale caro”, añadió Villalobos.
En el corre corre de enero para completar la lista de útiles, hay hogares en los que tíos y abuelos alivian la carga y asumen alguna compra.
“Ya es como una tradición familiar venir con él a comprar unos cuadernos. Para los papás la entrada a clases sale caro”, dijo Xinia Aguilar, quien buscaba un cuaderno con imagen del Real Madrid en la portada para su sobrino Érick Aguilar.
A los ¢100.000 de gastos en la lista de útiles y un uniforme, los padres deben sumar el costo en libros para primaria y secundaria.
Según el Ministerio de Educación Pública, el gasto total en libros de las familias con hijos en primaria y secundaria alcanzó los ¢1.383 millones, en el 2013.
Sea que los hijos estén en colegios públicos o privados, el costo de la entrada a clases es sinónimo de angustia para los hogares más pobres, que ven limitada su capacidad de compra de útiles.