Las clases de Educación Religiosa que se imparten en escuelas y colegios tendrán modificaciones en sus programas de estudio este año.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) trabaja en la reelaboración de dichos programas, más de cuatro años después de que la Sala IV, en su voto número 2023-2010, le ordenara cambiarlos porque estaban centrados en el catolicismo.
El MEP explicó que ya se había hecho una propuesta de programa en el 2012; sin embargo, el entonces ministro de Educación, Leonardo Garnier, no les dio trámite.
“Se hacen necesarios algunos planteamientos diferentes a los que se venían dando, por lo que el programa de Educación Religiosa entra en esta reforma y requiere ajustes, en los que se está trabajando, para su presentación al inicio del 2016 al Consejo Superior de Educación”, explicó José Marvin Salazar, jefe del Departamento de Educación Religiosa del MEP.
Salazar añadió que se trabajan en tres ejes curriculares que trascienden el enfoque de religión “para impulsar la formación de la dimensión religiosa y espiritual de la persona”, sin doctrina ni proselitismo.
Estos ejes van en torno a la promoción de la identidad cristiana de la persona al servicio de la sociedad y cultura, la responsabilidad y el compromiso cristiano y sobre construir el reino de Dios.
El MEP mantiene un diálogo con las distintas confesiones religiosas para que brinden sus aportes al programa.
Rigoberto Vega, director de la Federación Alianza Evangélica de Costa Rica, dijo que está de acuerdo con los planteamientos del nuevo programa, los cuales se enfocan en los valores éticos, morales y espirituales, pero más de una manera integral y no tan enfocados en la Iglesia católica.
“Bajo este marco no afecta ni a un grupo ni a otro. La educación religiosa no debe ser proselitista como se hacía antes. Nos parece oportuno el camino por el cual están queriendo llevar estos programas”, manifestó Vega.
Por su parte, Federico Cruz, de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, manifestó que en general hay un consenso.
“Se estableció que el eje fundamental es el diálogo entre fe y cultura, desde los principios cristianos, en el que entran otras denominaciones”, explicó Cruz.
A pesar de que aún no están vigentes los nuevos programas, el MEP ya no enfoca las clases en la religión católica, sino que colabora en la formación integral o el desarrollo pleno de la persona mediante la enseñanza de la dimensión espiritual, trascendente y religiosa del estudiantado.