El sistema actual de reclutamiento y contratación de profesores del Ministerio de Educación Pública (MEP) sigue siendo el mismo de hace 46 años. Por esta razón se contrata personal según sus títulos académicos y no de acuerdo a la evolución que han tenido los programas de enseñanza costarricenses, ni los métodos bajo los que se trabaja.
A esto debe sumarse, que no se evalúa de previo el conocimiento de los postulantes, pese a que cada año, en promedio, el MEP contrata a unos 2.000 profesores.
Así lo reconoció Fabio Flores, director de carrera docente de la Dirección General de Servicio Civil, quien manifiesta que se deben hacer cambios para evitar que casi un millón de estudiantes se tropiecen con educadores sin vocación, o sin los conocimientos necesarios para impartir la materia que les corresponde.
Desde 1970 han pasado 13 administraciones presidenciales, el programa de matemáticas evolucionó hacia un modelo más analítico, y en lo últimos 20 años la población que hace bachillerato casi se triplicó de 17.000 en 1996 a unos 48.000 en el 2016.
Sin embargo, en todo este tiempo el modelo de contratación no ha evolucionado al mismo ritmo que la forma en la que se imparten las lecciones. Las autoridades del Ministerio de Educación hablan de posibles cambios, incluida la certificación de las carreras que cursan los educadores, pero aún no hay planes concretos, ni fechas de ejecución.
A raíz de esto, los directores de escuelas y colegios son los primeros que deben enfrentarse a un profesor sin habilidades para enseñar o con calificaciones deficientes. Además, el sistema vigente permite que el educador cuestionado apele en reiteradas ocasiones las evaluaciones desfavorables para mantenerse en el cargo.
Luz Leiva, directora de la Unidad Pedagógica de Cuatro Reinas de Tibás, llegó a la institución aproximadamente hace 10 años y fue esa misma cantidad de tiempo que batalló constantemente para lograr la sustitución de su profesor en matemáticas.
"El problema de matemáticas aquí ha sido de toda la vida y por una razón: este es un colegio pequeño y las lecciones casi que las tiene solamente un solo profesor (…). Los estudiantes eran de una indisciplina terrible, (el profesor) no tenía control de grupo en las aulas, no se preocupaba por hacer su programación de trabajo, no pasaba lista y los estudiantes hacían lo que querían", afirmó la directora, que vigila la enseñanza de la institución.
La realidad de Leiva es una batalla que se repite en otros centros de educación, es la constante lucha para descartar profesionales sin las capacidades requeridas para tomar la batuta en las clases y transmitir adecuadamente sus conocimientos.
Proceso de contratación
Para poder analizar la urgencia de esta situación, se debe ir al principio del proceso: la manera en la cual se contrata a los futuros educadores. Según Fabio Flores, la forma para poder participar por un puesto dentro del MEP es relativamente fácil si sabe el correcto funcionamiento.
El primer paso lo hace el Ministerio, al analizar las plazas disponibles y luego realizar una convocatoria pública. Los postulantes deben descargar el formulario en una página web, llenarlo e irlo a entregar en uno de los 27 centros habilitados para reclutamiento.
Servicio Civil es el responsable de gestionar esta parte; un jurado analizará las propuestas para validar los títulos universitarios y papeleo. En el caso de secundaria, este proceso será revisado por un delegado de cada una de las siguientes entidades: Universidad de Costa Rica, Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza, Asociación Nacional de Educadores, Ministerio de Educación Pública, Colegio Profesionales Docentes, Dirección General de Servicio Civil y de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, cuando se trate de profesores de religión.
Ellos son los encargados de calificar, bajo un sistema de puntuación, las aptitudes de cada oferente. Por ejemplo, un título de maestría tiene mejor puntaje que uno de licenciatura.
No obstante, este es un método criticado en los centros educativos, alegando la poca facilidad que tienen para poder mantener o retirar profesores de su planilla.
"Esta es una situación muy mala porque yo ahorita estoy trabajando con un buen equipo de profesores, pero me ha tocado ver gente que realmente no se interesa en lo que hacen, y los que sí quieren (hacer bien las cosas) normalmente no están en propiedad y se los pueden llevar para otro lado en cualquier momento", expresó Martín Pinnock, director del Liceo Mauro Fernández.
En la Unidad Pedagógica de Cuatro Reinas el miedo a perder buenos maestros interinos es una realidad. Según la directora de ese centro educativo, el MEP ya le informó de que estará realizando cambios en los maestros para el inicio del próximo curso lectivo.
"Es una inestabilidad muy grande, porque hasta este año estamos trabajando, en su totalidad, con profesores interesados, pero me los pueden cambiar y traer otros que uno no sabe", afirmó Leiva.
Las quejas de los maestros
"Las personas que nos nombran (dentro del Servicio Civil), no tienen ni la menor idea de quién es el profesor, de cómo actúa con los estudiantes, de si cumple el programa o no los cumple y las personas que sí nos ven trabajar, ellos realmente no tienen voz ni voto", afirmó Jorge Umaña, profesor de matemáticas de la Unidad Pedagógica de Cuatro Reinas.
Umaña y otros colegas en el Liceo Mauro Fernández, también en Tibás, cuestionan la poca capacidad que tienen para intervenir en la selección de sus maestros.
Sin embargo, para la Ministra de Educación, Sonia Marta Mora, esta es una propuesta que traería más problemas que beneficios, ya que se podría prestar para favoritismos o inadecuados controles.
Consultado para este reportaje, el exministro de Educación, Leonardo Garnier, reconoció que durante las administraciones Arias Sánchez y Chinchilla Miranda identificó problemas en la selección del personal y la falta de un modelo de evaluación de conocimientos previa. Sin embargo, durante ambos gobiernos tampoco hubo cambios.
"De los problemas más serios que tiene Costa Rica, es la que tiene que ver con la calidad de los docentes. Yo no me voy al pesimismo de la gente que dicen que nadie sirve; no, conocí gente impresionante a lo largo del país, pero siempre hay de todo", afirmó Garnier.
En el 2006, al iniciar dentro del MEP, le explicaron, de la forma más sencilla, el cómo una persona puede optar por un puesto: "Licenciatura mata bachillerato, maestría mata licenciatura y doctorado mata maestría", dijo.
A raíz de esto procuró que el Sistema Nacional de Acreditación de Educación Superior (Sinaes) fuera el primer filtro para que los educadores puedan aspirar a una plaza. Empero, el ente gubernamental continúa avalando títulos universitarios en los cuales no se pueden comprobar la calidad educativa.
También Garnier propuso el realizar exámenes para medir si el oferente cuenta con los conocimientos necesarios para impartir lecciones, como requisito mínimo de contratación. Esto lo dijo hace 10 años, cuando recién iniciaba su mandato.
No obstante, el cambio nunca se hizo realidad, y aunque el presidente Luis Guillermo Solís afirmó que se les evaluaría con el mismo rigor a los profesores que a los estudiantes, nada ha sucedido en este tiempo.
Para este reportaje se intentó obtener el criterio de Gilbert Díaz, presidente del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación Costarricense (SEC), sin embargo, declinó brindar una entrevista.
El exmaestro, quien no ejerce hace 26 años, se limitó a manifestar que "el asunto no es evaluar al docente, quien es al que menos se le puede señalar si hay una falla o baja calificación. Antes de hablar de pruebas, hagamos una evaluación del sistema general".
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Posibles soluciones
La actual ministra tiene la visión de dos posibles medidas que colaboren para optimizar el proceso de contratación. La primera se trata de una reforma al sistema de reclutamiento de Servicio Civil; esto requeriría un acuerdo nacional de distintas instituciones gubernamentales para visualizar otra manera de convocatoria y contratación.
Para esto se requeriría modificar el Estatuto de Servicio Civil, de los artículos 52 al 181, donde se establecen las reglamentaciones de reclutamiento y contratación, así como la forma de evaluar al educador, exigencias y nombramientos dentro del ministerio.
Esos 126 artículos, establecidos en 1953 y reformados por última vez hace 46 años, son la principal problemática que se sale de las manos de la jerarca.
"Esto sobrepasa de lejos las potestades del MEP, que es un cambio más integral que todo los funcionarios públicos, requieren reformas de ley en campos que van mucho más allá (…) la complejidad que involucra modificar el sistema de reclutamiento sobrepasa nuestros límites", afirmó Mora.
Sin embargo, la jerarca del MEP habló sobre otra posible medida que implica exigirle a los postulantes títulos de carreras acreditadas por el Consejo Nacional de Rectores (Conare), Consejo Nacional de Enseñanza Superior (Conesup) o Sinaes este último teniendo más peso por ser su especialidad.
“Esa sí es una revolución más fácil de lograr, que las instituciones formadoras tengan mecanismos para certificar esa experiencia y atributos. Entonces, eso nos permite asegurarnos que cada postulante tiene un mínimo y, a partir de ahí, escoger a los mejores”, dijo.
No obstante, a pesar de esto, Mora tiene claro que un gobierno solamente dura cuatro años y esta clase de situaciones suelen tener una duración mucho mayor para lograr ser efectivas.
“El problema que tenemos es que, la mayoría de carreras (universitarias) no pasan por el Sinaes y lo que buscamos con esta reforma es que cumplan con la norma nacional de calidad”, mencionó la ministra.
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(*) Este reportaje de Laura Chavarría se realizó como parte del Programa Punto y Aparte, del Instituto de Prensa y Libertad de Expresión (IPLEX). Se trata de un espacio que convoca a periodistas, jóvenes y experimentados, en la producción de trabajos de alta calidad, enfocados en la búsqueda de las causas de realidades de riesgo social, pero también en la propuesta de soluciones.