La Auditoría del Ministerio de Educación Pública (MEP) omitió los nombres de cinco universidades privadas y de carreras que, al 2013, incumplían requisitos que exige el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup).
Un primer informe borrador de Auditoría, del 12 de marzo del 2013 (DAI-0188-13), especificaba los errores de las universidades. Sin embargo, el 25 de octubre del 2013 se publicó una versión final (DAI-1017-13), sin los detalles del documento inicial.
El primer informe señala errores en las universidades Latina, Católica, Internacional San Isidro Labrador, Metropolitana Castro Carazo y San Marcos. La versión final omite todos los nombres y los errores.
“En el 2013 comprobamos que las maestrías en Administración Educativa, Ingeniería Electrónica y Docencia, de las universidades Católica, Latina y Metropolitana Castro Carazo, respectivamente, se aprobaron sin el cumplimiento de los insumos exigidos ni una mínima valoración de su planteamiento”, dijo Freddy Quesada, jefe del informe auditor.
Los errores. El auditor interno del MEP, Harry Maynard, reconoció a La Nación que él y la auditora Adriana Chávez hicieron un cambio y quitaron los detalles de esos errores.
“Es muy común que las universidades privadas metan las patas. Además, eran errores que no valía la pena mencionar. Para qué vamos a hacer un alboroto”, dijo Maynard.
Clotilde Fonseca, rectora de la Universidad Latina, afirmó que esa casa de estudios superiores actuó apegada a lo establecido en ese momento.
“Las modificaciones en los planes de estudio se hacen en función de las necesidades de actualización de las carreras, según el criterio de cada universidad y de los procedimientos establecidos en un momento determinado por el ente regulador. Se actuó apegado a lo que se exigía”, aseveró Fonseca.
El informe inicial también criticaba que a la Universidad Latina se le aprobó la apertura de siete sedes regionales sin hacer ninguna inspección. Según el informe, solo consta evidencia de una inspección en la sede de la U Latina de Pérez Zeledón.
“Ignoramos las razones que tuvo el Conesup para realizar inspecciones en una fecha y no otra. En todo caso, se actuó conforme a derecho”, sostuvo la rectora.
El informe inicial de la Auditoría también reveló que se aceptan estudiantes de cualquier disciplina en las maestrías y que se varían los planes de estudio al antojo de las universidades.
“Conesup no cumple a cabalidad la tarea de supervisar la educación privada. Las universidades de garaje siguen con las puertas abiertas y a nadie le importa. Es un negocio”, dijo el auditor Freddy Quesada.
El informe que preparó Quesada, en marzo del 2013, anotó que la Universidad Internacional San Isidro Labrador (UISIL) tiene una sede en Río Claro de Golfito, donde no hay espacio ni para una biblioteca.
“A la fecha, las sedes están aprobadas y debidamente autorizadas por el Conesup. En aquellos casos en que se ha planteado alguna recomendación por parte de los inspectores, estas se han acatado y cumplido a cabalidad. Todo ya fue subsanado”, manifestó Olga Montero, rectora de la UISIL.
Los rectores de las cinco universidades que cuestiona el informe inicial de auditoría del MEP, aseguran que no hay anomalías en sus centros de estudios.
“La universidad y la sede que se cita en ese informe funcionan en conformidad con las disposiciones legales que rigen la materia”, dijo Johnny Jiménez, vicerrector de Relaciones Externas de la Universidad Metropolitana Castro Carazo (UMCA).
Entre tanto, la rectora de la Universidad Católica, María Eugenia Paniagua, y Joaquín Brizuela, rector de la Universidad San Marcos, afirman que tienen los permisos al día para las operaciones de su universidad.
“Nuestras maestrías profesionales están acorde con el bloque de legalidad vigente para la educación superior privada”, explicó el rector Brizuela.
El auditor Maynard dice que los errores en universidades privadas siguen y que no es la auditoría del MEP la responsable de señalarlos.
“No es nuevo que las universidades privadas fallen. Eso ocurre frecuentemente, que las universidades se brinquen requisitos es lo más normal del mundo (...). No valía la pena citar unos cuantos errores, no era nada”, reconoció Maynard.
El informe también borró las críticas iniciales hacia el Conesup, en las que se decía que la organización actual de esa institución no da la talla en la supervisión de la calidad de la educación superior privada de Costa Rica.