Cerca de 30% de las 1.000 personas transgénero que se calcula viven en el país se dedican a ofrecer sexo en las calles del área Metropolitana.
Megan Chavarría, primera mujer trans en recibir título de bachillerato con su nombre en el país, tuvo miedo de formar parte de esas estadísticas, por eso, puso todo su empeño en lograr alcanzar este diploma para estudiar una carrera.
Recibió su título de manos de la ministra de Educación, Sonia Marta Mora, el pasado 24 de marzo.
“Fue increíble, no se imagina todo el esfuerzo que tuve que poner para alcanzar este sueño. El camino no fue fácil. Siempre tuve miedo de que la situación actual de las trans me empujara a la prostitución, yo pensaba que este era el futuro, pero me dí cuenta de que se podía salir adelante”, contó la joven de 25 años, vecina de Heredia.
Desmotivación
Chavarría intentó ir al colegio pero no continúo allí porque sentía que no “encajaba”. La experiencia en la escuela fue amarga debido a la discriminación.
Según contó, unos policías que llegaron a dar una charla a su escuela les dijeron que lo peor que podía haber era la población LGTBI (comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero e Intersexual).
Esto la desmotivó a tal punto que dejó la educación formal y no quiso estudiar más.
Fue hace tres años que buscando explicaciones en Internet sobre por qué no se identificaba con el género masculino con el que nació, encontró a la fundación Transvida, en donde, por medio del proyecto llamado “De las calles a las aulas” continuó sus estudios y, paralelamente, comenzó su transición como mujer trans.
El proyecto de Transvida beneficia a unos 50 hombres y mujeres transgénero.
“Hubo muchas piedras en el camino porque nos dejaron de prestar el local donde recibíamos lecciones, llegamos a recibir clases hasta en la panadería Musmanni, porque no teníamos dónde hacerlo, la idea era no faltar a clases. Luego ya nos devolvieron el local”, contó.
Ahora, con título en mano, esta herediana piensa estudiar computación, ya matriculó el examen de admisión a las cuatro universidades.
Chavarría labora en la fundación dando cursos de computación. Conseguir trabajo también ha sido un reto para ella.
“Ni siquiera terminan de ver el currículum, es un no rotundo. Es obvio (lo que piensan) al entrar a buscar trabajo, la cara del empleador lo dice todo”, dijo Chavarría quien añadió que esta es una de las causas por las que muchas trans se ven obligadas a trabajar en la calle.
Para el Ministerio de Educación Pública (MEP) es necesario asegurar un sistema inclusivo para que la educación se reconozca como un derecho universal a todas las personas.
El incluir en el título el nombre que la persona escogió , responde a una resolución del MEP para que a todos los estudiantes del país se les respete su identidad de género.
La Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional (UNA) también permite a sus estudiantes trans tener su nombre en los títulos, carnés y otros documentos.
El 8 de febrero entró a regir una reforma al reglamento del Estatuto de Servicio Civil, que reconoce derechos a todos los funcionarios LGTBI , con el fin de erradicar de las instituciones públicas la discriminación hacia esta población.