La hora de la lectura en la clase de la maestra de preescolar Katherine Gutiérrez lejos de ser un espacio de silencio y escucha, es un periodo en donde los niños hablan todo el tiempo.
Ellos comienzan la clase contándole a la maestra las experiencias que han tenido con las imágenes de la portada del libro que van a leer y de qué creen que se tratará el cuento. Mientras transcurre la narrativa, contestan preguntas sobre los personajes y plantean sus hipótesis de lo que ocurrirá y de cómo finalizará la historia. En medio de esta actividad, los niños interrumpen a la maestra cuando no saben el significado de una palabra.
El objetivo de que el cuento se desarrolle de esta forma, es promover en los niños la comprensión de lectura, tener un pensamiento crítico, desarrollar las capacidades de lenguaje y prepararlos para cuando en la escuela les enseñen a leer y escribir.
Este método de enseñanza fue desarrollado por la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Asociación Amigos del Aprendizaje (ADA), en conjunto con expertos de la Universidad de Harvard (EE.UU), para que sea aplicado por docentes de preescolar y primaria.
A la fecha se han capacitado en línea a 2.589 docentes de preescolar y primer grado, en coordinación con el Ministerio de Educación Pública (MEP). Un promedio de 46.602 estudiantes se han visto beneficiados. Se pretende capacitar en el 2017 a 1.900 docentes más.
"Con este método hemos podido observar que los niños llegan a primer grado con mejores habilidades para la lectura y escritura y salen con herramientas más desarrolladas para aprender. Se vuelven más creativos, participativos y manejan más variedad de vocabulario", explicó Gutiérrez, quien es docente de preescolar en la Escuela La Concepción, en Llano Bonito de León Cortés.
Silencio. Para Ana María Rodiño, investigadora del Estado de la Educación, este método de "lectura compartida" promueve algo muy distinto a lo que se hacía en el pasado y que se continúa haciendo, en donde a los niños se les lee y ellos permanecen en silencio, poniendo atención, pero eso no garantiza que los menores comprendan de qué se trataba la lectura ni enriquezcan su vocabulario.
"Lo nuevo que tiene es que no dejas al niño solo escuchando, lo hacés un personaje activo y con esto desarrolla destrezas de lenguaje y conocimiento, mucho antes de que aprendan a leer y escribir, la idea es que el docente los haga hablar cada vez más y que cuando llegue el momento que se le enseñe a leer y escribir en primer grado que estén preparados, que conozcan palabras, sonidos, que sean más criticos y más participativos. El nuevo programa de preescolar incluye muchos de estos elementos de preparación para la lectoescritura emergente", dijo Rodiño.
Rodiño hizo una investigación para saber si la capacitación tenía algún efecto en los maestros y si estaban aplicando el conocimiento en el aula.
El análisis reveló que las maestros estaban muy motivados con el curso y estaban aplicando el conocimiento. Los niños se volvieron más participativos en el aula y todos los días aprendían una o varias palabras nuevas que luego iban a "presumir" a sus padres.
La investigadora divulgó los resultados de esta investigación en la reunión anual de la red ProLEER, que tuvo lugar en la Universidad de Harvard, a finales de marzo.
En esa reunión, Paola Uccelli, investigadora de la Universidad de Harvard, presentó un estudio sobre cómo las habilidades de lenguaje son clave para el rendimiento académico y la importancia de que estas se desarrollen durante los primeros años. El interés por realizar esta investigación surgió luego de compartir durante un año con estudiantes de quinto grado y notar que a los menores se les dificultaba mucho entender un texto y tenían problemas de lenguaje.
Uccelli concluyó que la única forma en que los niños pueden aprender a hablar es hablando y que no basta con solo leerles un libro para que ellos amplíen su vocabulario, se sepan comunicar y entender la información que reciben.
"Los niños cuando abren un libro no entienden el significado del 80% de las palabras que allí se encuentran y de esta forma no pueden aprender vocabulario de un texto que no comprenden. No solo leyendo se desarrollan las destrezas de lectura en los niños, la conversación en sí misma, narrativas, explicaciones, juegos de ficción son un discurso que motiva al niño a crear estas ideas extendidas y utilizar un lenguaje más cercano a los textos. Lo que tenemos que hacer es crear ambientes ricos de lenguaje, que los chicos produzan lenguaje hablando de cosas interesantes para ellos", comentó Uccelli.
La investigación de Uccelli reveló que el lenguaje continúa evolucionando a lo largo de la adolescencia y que no solo debe enseñarse en los primeros años, el aprendizaje debe continuar conforme avanzan en los niveles.
Además, recalcó que atender a estas habilidades del lenguaje en la escuela y colegio es imprescindible para preparar a los estudiantes para la universidad y para la nueva sociedad del conocimiento.
A inicios de marzo, este medio publicó que la mala redacción de estudiantes causa alarma en universidades. La mayoría de los especialistas consultados apuntaron a que estos vicios son arrastrados por los jóvenes desde la escuela y que empeoran por la falta de lectura.
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