El Liceo Pacto del Jocote, en Alajuela, fue inaugurado en el 2006 sin planta física y así se mantiene 10 años después.
Actualmente, este colegio, que tiene 350 alumnos, funcionan en un salón comunal, propiedad de la Municipalidad.
Allí se construyeron aulas improvisadas para combatir el hacinamiento, pero la instalación eléctrica comenzó a recalentarse.
“El sistema eléctrico nos colapsó y nadie hace nada. La mala instalación quemó hasta el microondas. Le pedimos a la Municipalidad que nos ayudara a conseguir dinero para arreglar la electricidad; nos ayudaron, pero esto no incluía el ingeniero eléctrico, había que pagarlo por aparte. El MEP dijo que no podía darnos ni un cinco porque la planta física no es de ellos, Llevamos tiempo de tener orden sanitaria”, manifestó Lilliam Valleja, directora del liceo.
El piso de este colegio es de cemento; las paredes, de madera, y muchas están a punto de caerse. Las 14 aulas no poseen cielorraso y los funcionarios administrativos comen en una bodega.
Este lugar forma parte de los centros que se beneficiarán del fideicomiso educativo por $167,5 millones, que fue aprobado en el 2013 .
“Es inhumano trabajar así, hay un olor a excremento todo el día. Que el MEP nos ponga atención y que no dejen a la próxima administración la construcción”, clamó Valleja.
Wálter Muñoz, director de la Dirección de Infraestructura del Ministerio de Educación Pública (MEP), aseguró que la junta del liceo y los padres se opusieron a trasladarse a unas instalaciones mejor ubicadas a tres kilómetros de allí. “Les dimos una solución factible y les ofrecimos transporte, pero no quisieron”, dijo.