Aún sin saber el desenlace de estas elecciones, el expresidente José María Figueres Olsen (1994-1998) declaró que mantiene abierta la posibilidad de postularse como candidato presidencial de su Partido Liberación Nacional (PLN) para los comicios del 2018.
Lo dijo en una breve entrevista el pasado domingo 2 de febrero, por la tarde, horas antes del cierre de las urnas en la jornada electoral que representó un golpe para el PLN y su candidato presidencial, Johnny Araya Monge.
El candidato liberacionista quedó de segundo y deberá participar en la segunda ronda, este 6 de abril, contra el aspirante presidencial del Partido Acción Ciudadana (PAC), Luis Guillermo Solís, quien encabeza el conteo de votos.
“No descarto nada”, contestó Figueres antes de admitir que “aún es temprano”.
Lo dijo cuando este medio le preguntó si se postularía de nuevo para la Presidencia, tal como lo intentó para estos comicios hasta que desistió de la idea, a finales del 2012, a pesar de que se consideraba “el mejor candidato”.
No fue posible en esta semana ahondar en esta declaración, pues está en reuniones sobre cambio climático en islas del Caribe.
Se intentó volver a entrevistarlo para conocer su opinión sobre los resultados del domingo, que depararon una segunda ronda entre Araya y Solís, favorecido por el 31% de los votos, gracias a 25.045 más que su contendor verdiblanco.
En las afueras. Figueres, dedicado en los últimos 15 años a foros, estudios y conferencias en el exterior, vino a Costa Rica para las elecciones el fin de semana del 5 de enero, cuando pidió votar por las dos papeletas verdiblancas.
“En el PLN hemos cometido errores, pero lo importante son las elecciones y seguir adelante”, declaró entonces.
En ninguna de las dos visitas Figueres se vio con Araya, según dijo el colaborador del expresidente, José Manuel Peña.
En sus declaraciones del domingo de las elecciones, Figueres lamentó no haber visto el fervor que esperaba en las calles. Aseguró que apoyaba a Liberación Nacional “porque tiene el mejor equipo”, aunque reconoció que “la alternabilidad en la historia de Costa Rica ha enriquecido la democracia”.
Figueres, en la línea de discurso que trae en los últimos dos años, señaló que, más importante que quién gobierne, el país requiere un acuerdo nacional con una colaboración estrecha entre los sectores público y privado.
“En estas elecciones este país se juega seguir siendo reconocido por su profundo arraigo democrático”, comentó antes de subrayar que el país necesita refundarse.
”Es importarle darle ‘reset’ como a una computadora”, ilustró el exmandatario.
Insistió en que Costa Rica debe lograr hacer que su economía crezca al 8% del producto interno bruto (PIB) cada año –creció 3,7% en este último periodo–, debe dar pasos decididos para ser “carbono neutral” y apostar por el turismo médico.
Observador. Figueres se ha mantenido distante de la campaña de Johnny Araya, aunque menos que el expresidente Óscar Arias, quien se limitó a votar diciendo que apoyaba a los candidatos verdiblancos.
El otro exmandatario socialdemócrata es Luis Alberto Monge, quien sí manifestó desde un principio el apoyo total a su sobrino Araya, a pesar de que en los comicios del 2010 dio la adhesión al candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), Ottón Solís.
Este pasado 2 de febrero, Liberación Nacional sufrió un tropiezo en sus expectativas de obtener un millón de votos, pues consiguió 544.649.
Además perdió en bastiones geográficos como Cartago (34,82% del PAC y 27,86% del PLN) y San Ramón (22,37% del PAC, 27,28% de Frente Amplio y 23,81% del PLN), tierra natal del PLN (1961) y de su fundador, José Figueres (1906).