El abogado Manuel González Sanz era uno de esos juristas metidos de lleno en los negocios de compañías grandes, desde que abandonó el cargo de ministro de Comercio Exterior en el gobierno de Abel Pacheco (2002-2006).
Como miembro del reconocido Bufete Facio y Cañas, vivía en medio de los asuntos corporativos y en el gremio de los negocios ligados a las inversiones extranjeras y a las ventas mundiales.
Es un creyente de la apertura comercial y hasta habla en nombre del sector, como vicepresidente de la Cámara de Exportadores (Cadexco), cargo con el que atendió al propio Luis Guillermo Solís como candidato presidencial, el 20 de febrero.
No contaba, en ese momento, con que acabaría del otro lado de la mesa. Fue uno de los primeros nombres en que pensó Solís para el cargo de canciller y ayer lo mencionó, de primero, en la lista de las designaciones, en la segunda parte de su gabinete.
Así acabaron los ocho años de vida privada de este exministro de Comercio Exterior (2004-2006) y exembajador ante los organismos de Naciones Unidas, en Ginebra (2002-2004).
La burocracia le fue ajena. Trabajaba en lo suyo, tenía tiempo para la familia y viajaba poco.
O al menos viajaba poco en relación con lo que tendrá que hacer como ministro de Relaciones Exteriores, a partir del 8 de mayo.
¿Por qué aceptó este cargo? “Bueno, esa pregunta todavía no me la he podido responder”, contestó con una sonrisa después del acto en que Solís lo confirmó.
De inmediato agrega: “Tomé la decisión con un gran agrado. Cuando la tomé, pensé en tiempo completo y de corazón. Tengo un gran respeto por el señor presidente electo, por su carisma, sus conocimientos. Nos conocemos de hace mucho tiempo; por nuestras familias que se conocen de añales, de décadas y siempre nos hemos tenido un gran respeto”.
Luis Guillermo Solís también tuvo buenas palabras para su próximo canciller. “Es experimentado, probo, firme e inteligente”.
Hay un antecedente relevante que no aparece necesariamente en el currículo. Cuando fue jerarca del Comex se enfrentó al grupo negociador del Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE. UU., que lideraba Anabel González, actual ministra.
Él apoyaba el TLC, pero fue acusado de frenar su trámite en el Congreso. Ayer prefirió no ahondar en ese episodio, como tampoco quiso entrar en detalles de prioridades como canciller ni la política exterior de este Gobierno.