La aplicación de la nueva regla del Código Electoral para aumentar la presencia femenina en el Congreso sirvió de poco en estas elecciones.
El porcentaje de mujeres diputadas electas pasó de 40,3% en el 2010 a 31,6% en este 2014, a pesar de que en estos comicios los partidos estaban, por primera vez, obligados a presentar las nóminas intercalando hombres y mujeres.
En números absolutos, en el 2010 quedaron electas 23 mujeres, pero en esta ocasión solo fueron 18, frente a los 39 varones que integrarán la Asamblea Legislativa (57 en total), a partir del 1.° de mayo, según datos preliminares del TSE.
Hay, incluso, una provincia en la cual todos sus representantes son hombres: Limón. Los cinco parlamentarios electos encabezaban sus papeletas en las elecciones del 2 de febrero, mientras que el segundo lugar era para mujeres, pero los votos no alcanzaron para ellas.
La caída en la presencia femenina se debe a que el 77% de las nóminas legislativas de cada partido, en las siete provincias, estuvo liderada por hombres. La obligación legal de alternar los sexos en las papeletas perdió efecto porque cada agrupación podía tomar, a su antojo, la decisión de colocar en el primer lugar a un hombre o una mujer, siempre que el segundo fuera de distinto sexo. Y los partidos prefirieron abrir las listas con varones.
Esto lo destacó la misión de observadores electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) en su informe preliminar, en el cual felicitó al país por la ley de paridad (antes era una cuota mínimas del 40%) y, de inmediato, advirtió sobre “desafíos para que las mujeres accedan a los cargos públicos en condiciones de equidad”.
Además, el reporte de la misión de la OEA subrayó que después de elegir por primera vez a una mujer como gobernante del país, Laura Chinchilla, ninguno de los 13 partidos que compitieron por la elección presidencial presentaron una candidatura femenina.
¿Partidos machistas? En la contienda por las curules, los observadores señalaron que, además de que solo el 23% de las papeletas fueron encabezadas por mujeres, estas nóminas pertenecen a las provincias que tiene derecho a elegir menos escaños.
Las circunscripciones (provincias) con menos asientos ofrecen menos opciones para el acceso de mujeres, como lo recoge el artículo “El proceso hacia la paridad en América Latina: Argentina y Costa Rica, experiencias comparadas” , de la socióloga Nélida Archenti, publicado en la revista Derecho Electoral, del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
La especialista destaca que Costa Rica es uno de los tres países de América Latina que superó las cuotas de género y dio un paso hacia la paridad, pero que elementos de la cultura política y la dinámica de los partidos, siguen siendo un fuerte obstáculo para cumplir el objetivo.
“Los partidos dan prioridad a los cálculos electorales y tienden a proponer a candidatos varones. Ni las cuotas ni la paridad han demostrado capacidad para superar este obstáculo”, escribió Archenti.
Al cálculo electoral se le suman “prejuicios de la cultura patriarcal y la resistencia a promover modificaciones que produzcan cambios en la estructura interna de poder del partido”.
La única agrupación que casi fue paritaria, al integrar sus papeletas diputadiles, fue el Partido Acción Ciudadana (PAC), pues los hombres encabezaron cuatro provincias y las mujeres en tres.
Sin embargo, una de ellas era primer lugar en Guanacaste, una provincia donde el PAC suele tener bajo apoyo y donde en esta ocasión no logró ni una sola curul.
Sexo por bandera. El Partido Liberación Nacional (PLN), que con 18 curules tendrá la mayor bancada legislativa, tenía dos listas provinciales encabezadas por mujeres, Cartago y Puntarenas; aun así fue la agrupación que, al lograr elegir a ocho mujeres, alcanzó el mayor porcentaje de presencia femenina, con 44,4%, seguida de PAC (42,9%).
El Frente Amplio, a pesar de tener incorporadas representantes femeninas, solo tendrá mujeres en dos de las nueve curules obtenidas (22,2% de presencia femenina). La primera es Patricia Mora, presidenta del Partido, quien encabezó la papeleta por San José, mientras en las restantes seis provincias el primer lugar era para varones.
La otra diputada electa del FA es la educadora y sindicalista Ligia Fallas, quien, pese a ir de segunda por Alajuela, obtuvo su escaño.
Patricia Mora dijo que el FA solo sintió la “obligación ética” de poner a una mujer a encabezar San José, considerando que el actual diputado (José María Villalta) es de esta provincia y entonces sí era necesaria la alternancia.
Sin embargo, admitió responsabilidades. “Nuestro sistema sigue siendo machista. Hay que ir más allá de la paridad vertical (dentro de cada nómina) y solo mediante la obligación por ley, podremos hacerlo posible”, comentó la futura legisladora del Frente Amplio.