La Casa Presidencial y la Asamblea Legislativa descartan la entrada de buques de guerra de EE. UU., en el marco del convenio de patrullaje conjunto entre Costa Rica y los estadounidenses.
Diputados del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC), Liberación Nacional (PLN) y Frente Amplio coincidieron en que no votarían por un cambio al convenio de patrullaje para el atraque de los buques de la Fuerza Naval de los Estados Unidos.
La negativa surge a tres semanas de que el presidente, Luis Guillermo Solís, dijera que si EE. UU. necesita el ingreso de sus naves de guerra para combatir el narco, él estaría dispuesto a renegociar el convenio, vigente desde 1999.
“Si se van a utilizar barcos de la Armada, entonces, o se usa el principio que contempla la Constitución (...) o se renegocia el acuerdo para que entren, de acuerdo con los términos de ese convenio y con ese propósito”, dijo Solís, el 2 de junio.
El convenio de patrullaje conjunto limita el permiso de ingreso a aguas ticas a las embarcaciones del Servicio Nacional de Guardacostas de los Estados Unidos.
Cada vez que ingresa un barco de la Fuerza Naval de ese país, debe contar primero con el aval de la Asamblea Legislativa, lo que a criterio de Solís es “engorroso”.
A la posición de Solís se suma la del encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en el país, Gonzalo R. Gallego, que en entrevista con este diario dijo que para su país se facilitarían las cosas si se permitiera el arribo de naves de guerra a aguas ticas.
“Podemos decir que algunas cosas serían más fáciles (con la entrada de los buques)”, expresó.
Sin embargo, el viernes, el ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, afirmó que conversó con el mandatario Solís sobre la conveniencia de mantener el convenio de patrullaje tal y como está, y que solo se permita el ingreso de naves del Servicio de Guardacostas.
“Yo he hablado con el señor presidente y, en realidad, siempre hemos conversado que nuestro espíritu sigue siendo el convenio que tiene que ver con los Guardacostas de EE. UU., que no son parte de la Armada, aunque sí deben estar artillados para su defensa”, dijo.
Jiménez recalcó que no ve posibilidad de que en el mediano plazo esa situación cambie.
Agregó que leyó “con sorpresa” lo que manifestó el representante de la Embajada de Estados Unidos sobre la conveniencia de un aval ampliado a buques de guerra.
Carlos Arguedas, diputado del PLN, se sumó a la negativa: “Pensar en la posibilidad de que pudieran emplearse buques de guerra, me parece un exceso que, desde mi perspectiva, al menos, sería intolerable”, expresó el verdiblanco.
El diputado del PAC Ottón Solís advirtió que “nunca” daría un voto para permitir la entrada de buques como parte del convenio con los estadounidenses.
“Voy a votar positivamente siempre naves del Servicio de Guardacostas, que son policiales. Yo no quiero ejército en mi país, menos el de otro país”, afirmó Solís.
Por su parte, el diputado del Movimiento Libertario, Otto Guevara, sí avaló la entrada de buques.
Guevara apuntó que su Partido siempre ha votado afirmativamente el ingreso de naves artilladas dentro del marco del convenio, sin consideraciones sobre si son de Guardacostas o de la Marina.
“No tenemos problema de que a nuestros puertos vengan a avituallarse las embarcaciones de la Marina de los Estados Unidos y que colaboren en la protección de nuestro mar territorial”, dijo Guevara.