La visita al país del nuevo jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Kurt Tidd, abrió la posibilidad de explorar la posición de esa nación frente al tráfico de personas, las redes de crimen organizado y la guerra contra el narcotráfico.
El militar, nombrado a finales del año anterior, asistió a una cita en San José con jefes militares y de policía de la región, donde se analizó el tema de la seguridad regional. En una conversación de 22 minutos, Tidd habló del compromiso de su país en la lucha contra las redes de crimen organizado, que trafican drogas, personas y armas hacia su país, utilizando los países del sur y Centroamérica como puente.
El siguiente es un extracto de la charla.
¿Cuál es su propuesta para darles continuidad a los proyectos de patrullaje conjunto en el Pacífico y en el Caribe?
El propósito (de la cita) era reunir a todos los jefes de defensa de la región. Compartimos los puntos de vista sobre la naturaleza de la amenaza (del crimen organizado), entender hasta dónde se extienden las redes de los criminales, desde un punto de la región hasta otro punto, e intercambiar información sobre cosas que podemos hacer juntos para poder lidiar contra el flagelo del narcotráfico, que produce tantos crímenes y que afecta a toda nuestra población.
Costa Rica entiende que no es parte del Triángulo Norte, y por ende, no se recibe el mismo apoyo económico y de asistencia técnica. Sin embargo, en los últimos años el país ha enfrentado un fortalecimiento del crimen organizado, y las autoridades locales insisten en que los recursos no alcanzan.
Yo aplaudo y felicito la eficacia que el presidente (Luis Gmo.) Solís y el ministro Gustavo Mata han tenido con los recursos que poseen, y haber logrado el éxito que tienen en las intervenciones contra el tráfico de drogas, así como las acciones de la Guardia Costera, que ha sido de gran éxito, demostrando un gran coraje y valor, y habilidad para utilizar poca información y ser muy eficaces para llevar a cabo acciones de gran éxito. Reconocemos y sabemos que no hay un solo país, o grupo de países que tenga los recursos para poder cumplir con estas tareas.
Hay claridad sobre algún plan de asistencia económica o técnica en el horizonte cercano.
Lo que estamos haciendo es obteniendo la mayor cantidad de información de inteligencia de las fuentes de orden público, recopilando todo para tener un cuadro general y compartirlo tanto como podamos con todos los países socios en esta lucha. Todos los países somos socios igualitarios en este tema. Si tenemos acceso a este cuadro común, seremos más eficaces a la hora de aplicar los recursos que tenemos para lidiar con el problema.
¿Hay alguna variación que se plantee en el programa de trabajo conjunto como parte de las políticas del Comando Sur?
Creo que el acuerdo que hemos tenido con la Guardia Costera ha tenido gran éxito. Esperamos que continúen con ese éxito.
En el Congreso algunos sectores políticos de centroizquierda cuestionan la presencia de naves militares en aguas costarricenses. Estados Unidos señala que, si bien son naves de guerra, tienen bandera de Guardacostas. ¿Son necesarias las visitas de estas naves?
Las naves que han visitado Costa Rica y que han sido bien recibidas por las autoridades traen expertos en búsqueda y rescate, en orden público; el tema es que el océano Pacífico es muy grande y tiene tormentas muy fuertes, así que tienen que pasar. Tienen que pensar que son de la Guardia Costera y que son oficiales del orden público.
Enfrentamos una crisis migratoria de cubanos que intentan llegar a EE. UU. Esto no solo atenta contra la seguridad de cada país de la región, sino contra la de su país, al no tener claro qué tipo de personas están viajando hacia allá. ¿Qué acciones toma el Comando Sur para apoyar medidas que busquen frenar la migración descontrolada?
Creo que es mejor reconocer que el Comando Sur no está implicado en el desarrollo de políticas. Nuestra labor es el intercambio de información (…). Compartimos una preocupación muy común con este tema del gran número de personas que se están trasladando de un país a otro. Cabe la posibilidad de que haya personas peligrosas que pasen por ahí, y quieran hacerle daño a nuestro país y se estén ocultando como migrantes. Todos estamos preocupados por este tema y lo seguimos de cerca, pero, al final, es una pregunta de intercambio de información; ese es nuestro rol y esto lo hacemos con personal de Policía de Fronteras, y nuestro personal de seguridad nacional y nuestras Fuerzas Armadas.
El problema no se reduce a cubanos. El ingreso de migrantes africanos que llegan al continente en barcos cargueros y luego utilizan la misma ruta de los coyotes que usan los cubanos, incluye a personas africanas y asiáticas, que llegan sin papeles, ni registros y sin claras intenciones. Obviamente habría que hacer algo más que preocuparse y observar. ¿Cuál es la propuesta?
De igual forma en que nos ocupamos de las redes implicadas en el narcotráfico, nos ocupamos de las redes implicadas en el tráfico de personas, y vemos que hay una gran cantidad de puntos comunes y de redes criminales que trasladan personas, drogas, armas, efectivo… esencialmente, trafican cualquier cosa por dinero. Así que el rol que podemos desempeñar y la forma en que podemos colaborar es enfocarnos en las redes, y reconocer que las personas que están siendo trasladadas por miles de razones se ponen en las manos de estas personas que son traficantes sin misericordia. Muchos de los migrantes simplemente se trasladan en busca de una mejor vida. Todos nuestros países están creados por personas que han dejado algo atrás. Lo importante para nosotros es enfocarnos en las redes que están explotando la situación de las personas, y toman su dinero. Debemos hacer presión sobre las redes y desarticularlas.
Entonces, ¿la guerra contra el narcotráfico también implica una guerra contra las redes de tráfico de personas?
Nosotros nos enfocamos en las redes; esa es la misión más importante que podamos desempeñar. No nos enfocamos en qué trafican, sino en la actividad ilícita del tráfico de por sí.
¿Hasta dónde llega el compromiso de Estados Unidos? Porque usted dice que somos socios en igualdad de condiciones; sin embargo, en el tema del tráfico de personas, somos ruta, y Estados Unidos es destino. En el tema de drogas, algunas naciones son productoras, otras son ruta y otras son bodega, y Estados Unidos es el mayor destino de esas drogas. Al final del día, Estados Unidos es el destino de las actividades a las que se dedican las redes. ¿Cuál es la respuesta de Estados Unidos para detener esas redes?
Los militares o la respuesta de seguridad es suprimir las redes, desarticularlas, hasta donde podamos. Sabemos que por cada cosa o artículo que se está movilizando, está el factor de atracción y el factor de empuje. No soy yo quién para enfocarme en la atracción y el empuje, sino en la red. La cultura de políticas de los factores que atraen y empujan no es un tema para nosotros. Nos enfocamos en las redes per se .