De sorpresa y a un lugar secreto fueron trasladadas las primeras cuatro familias del precario Triángulo de Solidaridad, en Calle Blancos, Goicoechea.
El sábado 30 de mayo, personeros del Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) llegaron a visitar esos hogares para decirles que ya estaba listo su nuevo techo. Ese mismo día realizaron la mudanza a un lugar ubicado fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM) que no fue divulgado.
Las 18 personas que componen estas familias ahora habitarán en viviendas con un costo cercano a los ¢20 millones.
El Gobierno necesita desalojar el precario para poder usar ese terreno en la construcción del tramo norte de la carretera de Circunvalación de San José, en el cual se invertirán $147 millones para agilizar el tránsito por la capital. Se trata de 5,4 km que implicarán construir puentes a seis carriles.
Sin embargo, aún quedan por movilizar 187 familias.
Rosendo Pujol, ministro de Vivienda, explicó que a finales de junio serán trasladadas 19 familias más. El resto lo hará posiblemente en setiembre.
“Prácticamente todas las familias ya escogieron el lugar donde van a ser reubicadas. Falta que algunas casas se terminen de construir y otras familias completen los trámites para iniciar con el traslado”, agregó Pujol.
El ministro manifestó que no revelarán el lugar de reubicación para evitar posibles rechazos.
Vigilancia. Los ranchos en el asentamiento fueron demolidos por sus ocupantes, en presencia de los funcionarios del Mivah.
Ana Martínez, líder comunal y promotora del traslado del precario que fue creado en el año 2000, dijo que los personeros de Vivienda llegaron inesperadamente y que las familias se fueron de una vez con sus pertenencias.
“No sabemos para dónde se los llevaron. Nos dijeron que van a ir llevándose a las familias de poco a poco para evitar que los barrios adonde van se opongan, porque nos consideran lo más bajo, pero aquí viven familias muy honorables”, afirmó la dirigente.
La comunidad tiene un plan de vigilancia para evitar que otras personas ocupen los terrenos que ya fueron desalojados.
“Ya a mi mamá le dijeron el lugar donde nos van a reubicar, pero no le dijeron cuándo será el traslado. Estamos muy contentos porque vamos para un mejor sitio. Yo estoy muy feliz por irnos de aquí”, expresó Karen Gálvez, de 19 años e integrante de una familia de cinco miembros.