Costa Rica sigue agudizando su rezago ante naciones más competitivas que brindan a sus poblaciones un acceso a Internet mucho más rápido que el que disfrutan los ticos.
El país quedó el año pasado entre los que ofrecen peor velocidad de acceso, según el último reporte Estado de la Internet, de la firma Akamai Technologies.
Esta empresa de análisis y distribución de contenido posee una de las redes de servidores más grandes del mundo, por donde se mueve más del 25% del tráfico en línea de Internet.
En su estudio de ese flujo de datos en el último trimestre, Costa Rica cayó en el desarrollo global de conexiones, debido a que su velocidad promedio de acceso pasó de la posición 94 en el 2014, a la 102 al cerrar el 2015.
Esto, por quedar con una velocidad promedio de conexión desde redes fijas de 3,4 megabits por segundo (Mbps). El promedio mundial es 5,6 Mbps.
El rezago también se nota en que solo 23% de enlaces locales a la red tienen una velocidad igual o superior 4 Mbps. El promedio mundial ronda 69%.
En Chile y México, por ejemplo, más de 65% de líneas alcanzan o superan esa velocidad. En este apartado, Costa Rica cayó de la posición 87 en el 2014 al puesto 98 en el 2015.
El estudio refleja cómo, en menos de 15 años, Costa Rica pasó de ser líder mundial en empalmes a Internet, a tener velocidades de país subdesarrollado pese a que fue de las primeras naciones del continente con enlace a la red, a partir de 1993.
El reporte enciende distintos tipos de alertas cuando hoy la calidad de Internet es uno de los principales terrenos donde las economías se juegan su atractivo para hacer negocios, atraer inversiones, mejorar la educación y agilizar los servicios públicos.
“Es un duro golpe a la competitividad y refleja un lento avance en conexiones de banda ancha. En el 2001, Costa Rica estaba en los primeros lugares de países con mejor conexión junto a potencias como Corea del Sur”, señaló Rosalía Morales, directora ejecutiva de NIC Costa Rica, entidad que promueve, a nivel local, mejores prácticas en tecnología y políticas de Internet, e integra la Academia Nacional de Ciencias.
“El país no puede seguir invirtiendo solo en conexiones móviles, debe crear conexiones fijas con ancho de banda de calidad. Los servicios de educación y salud y el sector empresarial necesitan conexiones competitivas para avanzar”, agregó Morales.
Leda Muñoz, directora ejecutiva de la Fundación Omar Dengo, recordó que Costa Rica tiene condiciones para dar un gran salto hacia delante en educación, pero se traba por “una falta de conexión de banda ancha en centros educativos relativamente fácil de superar, considerando la infraestructura de conectividad que ya existe en el país”.
Sin excusas. Marcelo Jenkins, ministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, admitió la profundidad del atraso.
“Estamos mal. Por eso, le estamos entrando duro al tema de banda ancha con fibra óptica al hogar. Otras tecnologías sobre redes de cobre ya están obsoletas. El paso a fibra óptica es necesario”, dijo Jenkins, al indicar que el Gobierno busca tener en un año 1,5 millones de esas conexiones alojadas en una red nacional “neutra e interconectada”.
Para lograr el objetivo, el Gobierno presentará en unas tres semanas un plan de financiamiento al Banco Centroamericano de Integración Económica.