La violencia intrafamiliar afecta a unos 150 niños cada día en los hogares del país.
Según el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), la cifra de denuncias por infringir los derechos de la niñez brincó de 49.000 en el 2012 a 53.000 este año.
Por teléfono o por medio de redes sociales, cada día llegan denuncias, sin que el PANI tenga suficientes manos para resolverlas.
Para la atención de las 53.000 quejas , la institución solo dispuso de 250 profesionales; es decir, cada funcionario tuvo en el 2013 una carga promedio de 212 casos.
En el 2012, la institución recibió 36.500 denuncias por violencia intrafamiliar, 8.500 por negligencia, 3.500 por maltrato físico, 711 por abuso sexual, 100 por explotación laboral y 90 por explotación sexual. El desglose del 2013 no está listo.
“La institución carece de recurso humano y económico para atender denuncias. No entiendo si es que todo se resume en que los niños no votan, pero son urgentes esos recursos”, dijo Ana María Rojas, gerente técnica de la institución.
Comunidades como los Hatillos, San Sebastián, La Carpio, San Miguel de Desamparados y Pavas, en San José, tienen números rojos por la cantidad de denuncias.
“En estos barrios, que son tan populosos, abundan escenas de maltrato, abandono o violencia sexual dentro de los hogares. Por Facebook recibimos unas 30 denuncias diarias”, explicó Rojas.
La presidenta de la organización Defensa de Niños Internacional (DNI), Virginia Murillo, dijo, en cuanto a la negligencia, que no se puede generalizar, pues la situación económica de muchas familias las obliga a dejar a sus hijos solos en casa.
“No se puede culpar a los padres porque el primer responsable es el Estado, que debe garantizar los recursos para una atención óptima de la niñez”, puntualizó Murillo.
Elizabeth Ballestero, psicóloga de la Gerencia Técnica del PANI, manifestó que existe un fenómeno en el que los adultos depositan sus vacíos emocionales en los más vulnerables de la familia.
“No me refiero solo a carencias materiales, sino también a que en un entorno de vida tan acelerado, hay depresiones de los adultos que se trasladan a los niños”, añadió.
La experta sostiene que la convivencia familiar ha cambiado. “Los niños están creciendo con muchos vacíos a raíz de una dinámica de convivencia que es más material y menos afectiva”, expresó la psicóloga Ballestero.
Sin resolver. Según el Departamento de Planificación del PANI, de las 53.000 denuncias que se recibieron en el 2013, unas 15.900 se quedarán sin atención (una de cada tres).
“Tenemos más vías de denuncia para visibilizar los problemas que sufre la niñez, pero no tenemos los recursos humanos suficientes para dar la atención. En las denuncias que quedan sin resolver, puede haber muertes”, advirtió Ricardo Solano, asesor del Departamento.
Mientras la Sala Constitucional y el Tribunal Contencioso-Administrativo han obligado al Gobierno a girar el 7% del impuesto de la renta, los recursos siguen sin llegar a las arcas del Patronato.
La propuesta del Ministerio de Hacienda es que el PANI reciba, en el 2014, unos ¢17.555 millones y no los ¢58.000 millones que le corresponden por ley.
“Somos conscientes de que no estamos asignando el monto total requerido porque el Gobierno no cuenta con recursos para asumirlo”, concluyó el ministro de Hacienda a. í ., José Luis Araya.