"Entiendo que ya muchos nicaragüenses se fueron. A mí se me fue el mejor, trabajó conmigo como diez años. Le he ofrecido pagar más, pero dijo que no".
Así lamentó la empresaria costarricense Leticia Fallas Romero la partida de uno de sus empleados nicaragüenses, quien regresó a su país a trabajar en actividades agrícolas.
Fallas tiene una empresa de materiales de construcción en Escazú, San José, en la que, entre muchas otras cosas, vende esculturas de piedra.
Según comentó, ese empleado era muy hábil para la confección de esculturas.
Empieza a escasear. La empresaria insistió en que empieza a escasear la mano de obra nicaragüense, que ella aprecia mucho.
Fallas relató que la semana pasada pidió al chofer de un camión de la empresa que buscara personal, pero no lo encontró.
Ella, además, tiene un tajo en Desamparados, para el cual pidió a uno de sus empleados que le consiguiera personal en Nicaragua, pero no encontró.
"Yo no entiendo. Pongo la emisora Faro del Caribe en donde hay un programa para buscar trabajos. Una media hora es para los que buscan empleos; antes se escuchaban números de teléfono. Busco ahí y ya no hay", comentó la mujer.