“Yo quería quedar embarazada, y cuando quedé embarazada, me di cuenta de que ya no quería”, cuenta Amalia, mientras se levanta la camiseta para darle pecho a su hijo de dos años.
Amalia, quien es menor de edad, está sentada en un sillón en el corredor de su casa.
Hoy no asiste al colegio, y espera a cuatro compañeras más, también madres menores, para conversar con un equipo de La Nación sobre su participación en el proyecto Iniciativa Mesoamérica.
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Este plan regional, financiado con $2,6 millones aportados por la fundación Bill y Melinda Gates, el magnate de las comunicaciones Carlos Slim, el gobierno de España y el Ministerio de Salud, pretende disminuir la incidencia del embarazo en menores de 18 años.
Amalia forma parte de los grupos dirigidos por promotores del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), que junto al Ministerio de Educación, el programa Cen-Cinái y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) buscan incidir en la población adolescente para que tomen decisiones informadas sobre su sexualidad.
Hechas y derechas. La conversación con Amalia y sus amigas se realiza en un cantón caribeño, de los 11 atendidos por Iniciativa Mesoamérica.
Las muchachas dicen considerarse como madres hechas y derechas.
Una de ellas es Sofía, quien quedó embarazada a los 12 años, y ahora con 14, está dentro de la población en riesgo de tener un segundo hijo antes de ser mayor de edad.
“Yo siempre me sentí como una persona madura, no jugaba de grande, pero para esto (sexo) me faltó. Es un tema en el que a uno lo quieren señalar”, afirmó Laura, otra joven que quedó encinta a los 14 años, producto de su relación con un hombre de 30.
Para la coordinadora regional de Iniciativa Mesoamérica en la región Huetar Caribe, Tatiana Rivas, el tema de la información y la sensibilización del personal a cargo de las menores es esencial para frenar los casos de madres adolescentes.
Sin embargo, la coordinadora técnica nacional del plan, Nancy Vargas, aceptó que de momento, no se está trabajando en la población mayor de edad que busca tener encuentros sexuales con estas menores.
Este fenómeno deja en evidencia un problema, pues queda en manos de las menores la decisión sobre si se prosigue o no una relación de este tipo.
A relaciones como la de Laura y Sofía se les denomina relaciones impropias, pues las menores tienen una diferencia mayor a los 5 años con respecto a los adultos con quienes tienen los encuentros sexuales.
Iniciativa Mesoamérica busca que esas jóvenes se instruyan y transmitan sus conocimientos a otras congéneres para que tomen decisiones informadas.