Los bancos estatales tendrán que ajustarse a un nuevo modelo para pagar bonos salariales a sus empleados. En adelante, estos beneficios no podrán rebasar el 60% del sueldo mensual de cada funcionario.
Hasta principios de este año, en cambio, algunos empleados podían recibir hasta el doble de su salario por concepto de incentivos.
Según una directriz anunciada este martes por el Gobierno, a cada trabajador se le reconocerá solamente una suma proporcional a la calificación que obtenga en su evaluación de desempeño, la cual dependerá del rendimiento personal y grupal.
Así lo informó Mariano Segura, comisionado del Consejo Presidencial Económico.
“Lo que se quiere es generar una estandarización en los modelos de reconocimiento de incentivos, con el fin de evitar compensaciones no equitativas entre los bancos”, señaló.
La medida la emitió una comisión conformada por la Primera Vicepresidencia de la República, el Ministerio de Hacienda y el Banco Central.
Freno. Asimismo, los bancos no podrán destinar un monto mayor al 60% del costo de su planilla mensual para atender este esquema de incentivos.
La disposición se tomó luego de que en enero, un informe de la Contraloría General de la República revelara que los bancos Popular, Nacional y de Costa Rica (BCR) destinaban hasta 23% de sus ganancias a pagar incentivos, sin ningún respaldo técnico que lo fundamentara.
Fue por eso que, en junio, la Junta Directiva del BCR y su sindicato de trabajadores aprobaron una disminución de incentivos, con la que esperan reducir unos ¢13.000 millones anuales.
Según el representante del Consejo Presidencial Económico, con estas medidas se pretende responder a la transparencia, la rendición de cuentas y la racionalidad en el uso de los recursos.
Las entidades tendrán tiempo hasta febrero para garantizar que las medidas se incorporen.
Por otra parte, el Gobierno les concedió tres meses para presentar un plan de acciones común que reduzca costos en general.
Otras medidas. Además del tope a los bonos de los trabajadores, los incentivos se incorporan a la política salarial de cada banco, para que no sean negociados en las convenciones colectivas.
Las altas gerencias también fueron tocadas, pues se eliminan sus regímenes especiales de incentivos. La directriz establece que los bancos deben hacer públicas las metodologías, parámetros y montos de los incentivos que se vayan a pagar.