La Iglesia católica se unió a los diputados del Bloque Evangélico del Congreso para estudiar las opciones de impugnación al decreto emitido por el presidente Luis Guillermo Solís que permite aplicar la fertilización in vitro (FIV) en Costa Rica.
Ante la firma y entrada en vigencia de la directriz presidencial, congresistas, abogados y estudiosos del tema se citaron este viernes en la Asamblea Legislativa con el vocero de la Conferencia Episcopal, el sacerdote Mauricio Víquez.
El encuentro fue en la oficina de Mario Redondo, de Alianza Demócrata Cristiana. También estuvo Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional, los asesores de los diputados Gonzalo Ramírez y Abelino Esquivel, de Renovación Costarricense, y la abogada Alexandra Loría.
Los partidos Liberación Nacional y Unidad Social Cristiana igualmente tuvieron asesores presentes en la reunión.
La primera decisión que tomaron los opositores a la técnica de reproducción asistida fue la de impugnar el decreto de Solís ante la Sala Constitucional, con un recurso de amparo y una acción de inconstitucionalidad. Lo harán el próximo martes.
“Está plagado de inconstitucionalidades, de enormes errores técnicos. Deja abiertas un sinnúmero de puertas con la excusa de acatar un fallo de la Corte (Interamericana de Derechos Humanos)”, alegó Redondo.
El congresista indicó que han consultado las opciones con varios juristas y constitucionalistas, de quienes prefirió reservarse los nombres “para no implicarlos en la discusión”.
Para el diputado Alvarado, uno de los grandes problemas del decreto es que no puede plantear sanciones para quienes apliquen mal la técnica de fecundación, como sí lo podría hacer una ley.
Actualmente, un proyecto de ley sobre la FIV está en la Comisión de Asuntos Sociales del Congreso, a la espera de la redacción del cuarto informe de mociones de fondo, para después llegar a discusión en el plenario.
¿Derecho o no? Para el sacerdote Víquez, tener hijos no es un derecho, sino un don. Por eso, ante la imposibilidad de que una pareja católica pueda procrear, la única salida sería la adopción.
“El hijo no es un derecho, es un don. Si alguien no puede tener hijos y lo ve como un derecho, a quién se lo reclama”, manifestó el vocero de los obispos.
Añadió que no se trata de un asunto de derechos humanos, pues ninguna declaración lo contempla como tal.
En la reunión con los legisladores también participaron el escritor Luis González, quien junto con el microbiólogo y bioeticista Rodrigo Álvarez, publicó un libro en contra del fallo del 2012 de la Corte Interamericana, en el que se ordenó al país avalar la FIV.
Según González, la técnica no resuelve el problema de la infertilidad, ya que más bien se emplea como una última opción para mujeres que buscan procrear a edades ya tardías.
Añadió que el método no resuelve las causas de la infertilidad, pues luego de aplicarla, las mujeres siguen siendo infértiles.
Para él, la única opción es seguir adelante en el Congreso con propuestas para crear un Instituto de Atención de la Infertilidad.
Víquez coincidió con González al estimar que la FIV no resuelve de forma definitiva la imposibilidad de una pareja de procrear sus propios hijos.