A la presidenta Laura Chinchilla solo le queda un 30% del gabinete que nombró, en mayo del 2010, para que la acompañara durante este gobierno.
De las 23 designaciones que hizo en ese momento, solo ocho quedan en pie, a diez meses de que finalice esta administración.
Con este nivel de rotación, la administración Chinchilla ya empató el porcentaje de bajas con el que terminó el expresidente Abel Pacheco (2002-2006). En su último día de gobierno, Pacheco solo conservaba un 30% de su equipo original.
Óscar Arias (2006-2010), en tanto, finalizó con un 38% de las personas designadas al inicio.
La presidenta Laura Chinchilla también ha perdido un 50% de las personas que colocó en las presidencias ejecutivas de las instituciones autónomas
De 16 altos puestos seleccionados por este diario, ocho todavía están en sus oficinas.
Entre ministros y presidentes ejecutivos, el porcentaje de sobrevivencia es de un 41%. En total, se han producido 27 sustituciones en tres años y dos meses.
Esa cifra incluye cargos en donde han pasado hasta tres personas. Estos son Obras Públicas (Francisco Jiménez, Luis Llach y Pedro Castro); Comunicación (Roberto Gallardo, Francisco Chacón y Carlos Roverssi); y Deportes (Giselle Goyenaga, William Todd y William Corrales).
La última salida se produjo la semana pasada y fue la de Jorge Villalobos, expresidente de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope). Él salió en medio de cuestionamientos al proyecto para construir una refinería con una firma china.
Los ministros originales que quedan son Leonardo Garnier (Educación), Anabel González (Comercio Exterior), Gloria Abrahams (Agricultura), Mayi Antillón (Economía), Maureen Clarke (Mujer), Manuel Obregón (Cultura), Fernando Marín (Bienestar Social) y Juan Marín (Descentralización).
Una tercera parte de las sustituciones vividas en este Gobierno se produjo en medio de polémica. Tal fue el caso de Francisco Chacón (Comunicación), Fernando Herrero (Hacienda), Óscar Núñez (AyA), Eduardo Doryan (ICE) y Francisco Jiménez (Obras Públicas).
Jiménez, por ejemplo, dimitió al estallar el caso de la trocha fronteriza mientras que Herrero, al revelarse que una firma fundada por él y por su esposa al parecer omitió ingresos al declarar impuestos.
Casi otra tercera parte salió por reacomodos políticos.
Carlos Roverssi, ministro de Comunicación, sostuvo que la rotación en un gobierno es normal en cualquier organización social y que la presidenta puede mover fichas dentro del mismo equipo si lo cree necesario, aunque sí ve preocupante que algunas salidas obedezcan a cuestionamientos.
“Está dentro de lo normal, hay gente que pierde el espacio de trabajo, la posibilidad de poder dirigir esa institución por diversas razones. Uno quisiera que el Gobierno inicie y termine con la misma gente, esa es la expectativa que tiene un presidente, pero siendo una organización social es evolutiva y las evoluciones obligan a ese tipo de cosas”, dijo el ministro.