Con la firma del presidente Luis Guillermo Solís y un emotivo acto en el Teatro Nacional, Costa Rica ya se define en su Constitución Política como multiétnica y pluricultural.
Se cumplió la noche de este lunes el paso final de la reforma ideada por diputados anteriores y aprobada en 2014, según la cual, el primer artículo de la Carta Magna deberá leerse así en adelante: “Costa Rica es una República democrática, libre, independiente, multiétnica y pluricultural”.
Ante cientos de invitados, en un acto solemne con artistas y personajes reconocidos de diversas etnias, Solís calificó la reforma como histórica, aunque reconoció la casualidad de ser él quien la firmara, pues el cambio se impulsa desde hace 15 años.
Recordándose como nieto de una negra, Solís subrayó la deuda histórica que el país tenía con las minorías raciales.
Esta diversidad étnica no se refleja en lo religioso, pues la Constitución también dice que el país es un Estado confesional católico, pese a la intención de un sector de la población de variar eso.
Aunque el mandatario señaló la reforma como un gran avance en la historia nacional, admitió que viene el trabajo más duro: llevarla al terreno, para que no haya inequidad entre las etnias.
“Viene elaborar políticas públicas para combatir la discriminación y segregación que aún existen. Por ejemplo, reformar textos en las escuelas, igual que ya no se dice ‘mamá amasa la masa’. Un país que siempre se pensó mestizo, meseteño e igualitico, ahora está claro que es diverso, amplio y con culturas de distintos orígenes”, destacó Solís.
En Costa Rica, el 3% se considera indígena, un 8% negro o mulato y un 83% se identifica como “blanco” o mestizo, según el censo nacional del 2011. Se agrega población minoritaria de origen chino, judío o árabe.