El Gobierno de Costa Rica culpó hoy a los Estados Unidos de estimular la crisis migratoria que vive la región, por no eliminar las garantías legales que les permiten a los cubanos ingresar a ese país.
Así lo afirmó el canciller Manuel González luego de reunirse de emergencia con el presidente Luis Guillermo Solís para evaluar el ingreso ilegal y violento de centenares de cubanos por la frontera sur, en Paso Canoas. A la cita también asistieron el ministro de Seguridad, Gustavo Mata; y la directora de Migración, Kattia Rodríguez.
" Se enviará una carta al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, para expresar el repudio de Costa Rica a la vigencia de la normativa estadounidense, que alienta a los migrantes a continuar un peligroso tránsito hacia ese país", afirmó el canciller.
El jefe de la diplomacia tica advirtió que la legislación estadounidense vigente es el "imán" que atrae a los migrantes cubanos.
"La verdad de las cosas, es que producto de una legislación anacrónica, que existe en los Estados Unidos, producto de la Guerra Fría, que no tienen ninguna razón de ser desde nuestro punto de vista", expresó.
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Según dijo González en Casa Presidencial, Costa Rica "denuncia las diversas normativas de Estados Unidos que promueven y dan privilegios para el ingreso a ese país, y que incita a la migración cubana irregular".
Así se refirió a la Ley de Ajuste Cubano, vigente desde 1964 y que permite el ingreso de cubanos a EE. UU. siempre que entren por tierra o por mar. En palabras del canciller, esa norma "constituye un incentivo perverso a la migración y favorece las condiciones para el tráfico de seres humanos".
El ministro de Seguridad, Gustavo Mata, informó de que en las próximas 24 horas las autoridades "blindarán" la frontera.
"La directriz es rechazar a quienes ingresen de forma violenta", dijo Mata.
Por su parte, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Carlos Alvarado, informó que la directriz presidencial también incluye el traslado de personal técnico que apoye la atención de personas vulnerables afectadas por el paso irregular de migrantes.
El ingreso de cubanos de este miércoles es un nuevo capítulo de la crisis migratoria, luego de que el país albergó a casi 8.000 entre noviembre y marzo, luego de que Nicaragua cerró la frontera.
Costa Rica y Panamá, que también acogió isleños luego de que la administración de Solís les cerró el paso en diciembre, lograron abrir puentes aéreos con México y El Salvador para evadir el bloqueo nicaragüense y permitir que los caribeños viajaran a Estados Unidos.
No obstante, estos operativos ya terminaron y los países advirtieron de que fue una medida excepcional. México reiteró ayer, en una reunión en San José, que no planea abrir nuevos puentes de ese tipo.
Las autoridades panameñas cuentan ya a 3.500 cubanos se acumularon en albergues en ese país desde que esos operativos terminaron.