El gobierno de Luis Guillermo Solís se pronunció esta mañana por la crisis política que vive Brasil, que le ha costado una suspensión de 180 días a la presidenta de esa nación, Dilma Rousseff, mientras se le investiga.
En un escueto comunicado, la Cancillería costarricense indicó que es respetuoso de los asuntos internos brasileños, pero "se suma, no obstante, a la preocupación internacional por el respeto al Estado de derecho y la salida democrática de la dificultosa situación política que enfrenta" la nación sudamericana.
La vocería diplomática indicó que Costa Rica hace votos para que la República Federativa del Brasil "retorne a la calma y la estabilidad política, con la certeza de que resolverá sus retos internos con prontitud y estricto apego a las prácticas de la democracia representativa".
"Costa Rica considera que Brasil –pese a la complejidad del debate sobre legalidad y legitimidad democrática que enfrenta– tiene una oportunidad muy apropiada para fortalecer la capacidad democrática de sus instituciones", sostuvo la Cancillería.
La situación en Brasil ha llamado la atención de la comunidad internacional en vista de la sacudida política que sufre esta nación, que en medio de acusaciones de corrupción.
El jueves pasado, luego de una polémica y extendida sesión, el Senado votó por abrir un juicio político contra Rousseff, a quien se le señala por el supuesto maquillaje de cifras económicas durante su gestión.
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La salida de Rousseff de la presidencia marca el fin a los más de 13 años del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en el poder del gigante sudamericano.
La mandataria suspendida ha insistido en que la acción en su contra representa un "golpe de Estado" de parte movimientos políticos de derecha representan, y ha pedido a través de redes sociales que se activen protestas para deslegitimar las acciones en su contra.
En su lugar, tomó el poder el vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMBD), quien formó un nuevo gabinete.
"Respetamos la institucionalidad interna de los países, eso es lo que está operando y no nos corresponde a nosotros juzgar si el procedimiento se hizo bien o no, si faltó algún requisito, si hay mérito o no para lo que está ocurriendo, por supuesto que como país amigo de Brasil y además miembro de la OEA y de la Celac, y de la relación bilateral que tenemos con ese país, seguimos con mucha atención lo que ahí ocurre", declaró el canciller Manuel González.