El gobierno de Daniel Ortega advirtió de que el tema de los migrantes quedó excluido del nuevo diálogo que entablarán Costa Rica y Nicaragua, sobre asuntos de seguridad.
Así lo informó el 19digital.com, diario oficial de la administración sandinista, luego de que la plana mayor del Ministerio de Seguridad viajara el jueves a Managua a concretar un acercamiento con las autoridades nicaragüenses, tras varios años sin que las partes sostuvieran reuniones bilaterales.
Denis Moncada, ministro asesor para Asuntos Políticos de Nicaragua, y quien se reunió ayer con el ministro tico Gustavo Mata, declaró que el tema migratorio no será abordado en la agenda de próximas reuniones, porque Nicaragua "ya ha dejado clara su posición al respecto meses atrás".
Añadió que ese es "un tema que es muy sensible y el cual a nosotros nos preocupa el tratamiento de los migrantes centroamericanos que son maltratados en otras latitudes".
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Costa Rica enfrenta una crisis migratoria por la llegada de miles de africanos y haitianos que intentan viajar hacia Estados Unidos, a los cuales Nicaragua les cerró la puerta con su aparato militar y policial.
A consecuencia de ello, muchos inmigrantes salen del país por sus propios medios, expuestos a diversos peligros, o con la complicidad de traficantes de personas.
Lo mismo ocurrió con los casi 8.000 cubanos que se quedaron estancados en suelo costarricense entre noviembre del 2015 y marzo del 2016. Al principio de esa crisis, Managua acusó a San José de violentar su soberanía causando una crisis migratoria en la región.
Sobre la reunión del jueves, el ministro de Seguridad costarricense, Gustavo Mata, afirmó que la idea es que ambos países definan estrategias conjuntas en temas de seguridad ciudadana, narcotráfico, crimen organizado, seguridad marítima y aérea, lo que implicaría, por ejemplo, intercambio de información.