Mientras el presidente de Movimiento Diversidad habla sobre la importancia de un acercamiento con la Iglesia católica, el secretario general de ese grupo lo considera irrelevante.
Marco Castillo, líder de la agrupación, difiere del secretario general, Temístocles Guerra, sobre los beneficios que el movimiento LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales) pueda obtener de un acercamiento con los representantes del clero.
“Lo que nosotros pretendemos es crear un puente de comunicación que, de hecho, ya está establecido para evitar roces futuros y tratar algunas cosas tan importantes como son derechos humanos y el reconocimiento de la identidad de género y encontramos una gran sensibilidad de parte de los delegados de los obispos”, afirmó Castillo a este diario.
Guerra, por su parte, disiente de esta posición conciliadora: “He estado muy anuente a las participaciones de algunos directivos (del Movimiento Diversidad) en esas reuniones, pero, en lo personal, difiero de ellas, ya que va en contra de mis posturas, mi forma de ser y mi ideología”, aseveró
“Desde mi perspectiva, se ha perdido mucho interés en otros programas y proyectos que tienen mayor relevancia e interés hacia las personas que esto”, agregó el secretario general.
Las declaraciones se dieron solo horas después de que finalizara la tercera reunión entre representantes de Diversidad y del clero, en la residencia de la exdefensora de los Habitantes, Lisbeth Quesada.
La cita del viernes, a la que no se dio acceso a la prensa, dio pie para que curas y activistas abordaran la problemática de reconocimiento de identidad de género de la población transexual del país, a propósito de la discusión de un plan de ley en el Congreso.
Acuerdos y caminos. La divergencia de criterios también se hizo sentir en las redes sociales con comentarios tanto a favor como en contra de estos encuentros.
Entre los aspectos que se criticó está la divulgación de una lista con el nombre de 35 sacerdotes homosexuales para facilitar el acercamiento, según publicó La Nación el viernes anterior.
“Estoy en contra de que se tire una lista y se siga publicando una nota que en realidad no nos interesa. Lo vemos como una falta de ética. Para mí, el ir y reunirse es sinónimo de doble moral”, manifestó Guerra.
No obstante, Castillo rechazó ayer que el chantaje fuera el vehículo para abrir el diálogo con la Iglesia católica.
“Es necesario aclarar que las conversaciones no se están realizando bajo ninguna amenaza y menos chantaje, son conversaciones voluntarias y ya se han realizado varias”, expresó el presidente del movimiento, quien anteriormente había dicho que este era un factor que había incidido en el acercamiento.
De hecho, durante la reunión de este viernes, Castillo reveló que explicó este punto antes de iniciar el diálogo.
Según el dirigente esta aclaración se hizo por voluntad propia y no por petición de los representantes de la Iglesia.
De acuerdo con Castillo, durante la reunión se lograron varios acuerdos sobre el tema de identidad de género y la población transexual, los cuales no ahondó y que ahora serán llevados a la Conferencia Episcopal.
También afirmó que las reuniones seguirán, a pesar de que no hay ninguna fecha establecida de momento.
Para hoy, está previsto que el Movimiento Diversidad y la Iglesia católica emitan un comunicado conjunto sobre la reunión. Se intentó obtener la versión de los religiosos, pero no se logró.