El diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC) Manrique Oviedo resultó regañado ayer por legisladores de cinco fracciones políticas, tras emitir opiniones consideradas “antisemitas” y “racistas” contra el segundo vicepresidente, Luis Liberman.
El viernes anterior, durante la discusión del presupuesto extraordinario que destina ¢7.000 millones para despidos en el Consejo Nacional de Producción (CNP), Oviedo reclamó que Liberman no protege los intereses de los agricultores, quienes se han visto obligados a protestar en las calles para hacer valer sus reclamos.
“Resulta que gran cantidad de los fondos de inversión están en manos de judíos y hoy un vicepresidente pertenece a esa misma minoría. (...) Ah, no, pero los amigos del vicepresidente Liberman, ellos no, ellos está en los clubes selectos, en los cruceros por todo el mundo (...), lo que sí critico es que vengan a valerse del manejo, del interés, de la influencia política para sangrar al pueblo de Costa Rica”, dijo Oviedo, legislador de San Carlos.
Consultado sobre los señalamientos, Liberman aseguró que no vale la pena ni siquiera llevarlo a estrados judiciales, porque “es darle demasiada importancia”.
“He andado en todo el país, con gente de todos partidos, y nunca en anteriores gobiernos ni ahora habíamos tenido una mención del hecho de que uno sea o no judío”, manifestó el funcionario.
Reclamos. En el plenario, el primero en exigirle ayer al sancarleño una disculpa fue el liberacionista Fabio Molina.
A él se le unieron el independiente Luis Fishman, quien es miembro de la comunidad judía; Carlos Góngora, del Movimiento Libertario; José María Villalta, del Frente Amplio, e incluso la jefa de fracción del PAC, Carmen Muñoz.
Juan Carlos Mendoza y Claudio Monge, también del PAC, se apartaron de las opiniones del diputado Oviedo, exjefe de la bancada. Ellos pidieron disculpas públicas por haber mezclado ataques contra la comunidad judía en un reclamo por el agro que hacía al vicepresidente.
Fishman enfatizó que, por comentarios como los de Oviedo, se iniciaron las persecuciones antisemitas en la Rusia de los zares a finales del siglo XIX y en la Alemania nazi, en la década de 1930.
Ante la lluvia de críticas en su contra, el congresista Oviedo pidió ayer disculpas por generalizar sus ataques contra la comunidad judía. Sin embargo, reiteró su diatriba hacia Liberman.
Oviedo tildó de “capo” al vicepresidente, en alusión a un escrito del psicólogo judío Víctor Frankl, quien empleó el término para los judíos que, en los campos de concentración nazi, se aliaron con los alemanes en contra de su propio pueblo.
El libertario Góngora y Carmen Muñoz, del PAC, enfatizaron su desprecio hacia el discurso de Oviedo por considerarlo similar a los ataques que se hacen contra otras minorías, entre ellas las de diversidad sexual.
Oviedo negó que sea antisemita y adujo que admira al pueblo de Fishman y de Liberman. “Hay una inmensa mayoría que son personas de bien, pero un pequeño grupo se beneficia desde el poder político”, aseveró.