El Estado, por medio del Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), tendría que vigilar el cultivo y el uso correcto de la marihuana medicinal.
Lo anterior es parte del proyecto de ley impulsado por el legislador, Marvin Atencio, del Partido Acción Ciudadana (PAC).
La medida pretende que el despacho de Salud, por medio del Instituto de Investigaciones, Regulación y Control del Cannabis y el Cáñamo (Iirca) supervise el uso curativo de las plantas.
El Iirca debe garantizar que los cultivos contengan mínimos porcentajes de delta-9-tetrahidrocarbocannabinol (THC), que es el principal componente psicoactivo del cannabis.
“Uno de los énfasis del proyecto es crear las condiciones para investigar las cualidades del cannabis para uso medicinal. Costa Rica será uno de los pocos países del mundo que cuente con una norma e infraestructura apropiada para tal fin, por que a mediano y largo plazo, seremos una referencia mundial en ese aspecto”, dijo Atencio.
Entre tanto, la Caja se encargaría de distribuir los productos, tarea que compartiría con dispensarios creados exclusivamente para vender dichas medicinas. Para ello, requerirían de un carné emitido por el Iirca. Las empresas que participen de la cosecha o venta deberán pagar un impuesto de 7% sobre sus rentas.
Esos montos irán al Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), la CCSS, la Universidad de Costa Rica (UCR), el Ministerio de Salud y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes.
Según el diputado Atencio, estudios científicos han demostrado el potencial de la marihuana para el tratamiento de enfermedades como el sida, el cáncer, la epilepsia y la esclerosis múltiple.
Hay apoyo. María Elena López, ministra de Salud, dijo que estaría dispuesta a evaluar el uso de estos tratamientos basándose en los hallazgos científicos sobre su efectividad contra algunas enfermedades.
“En lo personal, yo veo con buenos ojos la aplicación de estas sustancias. Y si hay evidencia científica de que es útil, estaría dispuesta a aprobarlos”, comentó López.
Gerardo Vargas, diputado del Partido Frente Amplio, manifestó ayer que desconocía el proyecto como tal; no obstante, dijo que apoyaría la propuesta siempre que se distribuya solo con fines medicinales.
“En campaña explicamos que, en el caso de que fuera para uso médico, lo apoyaríamos bajo un análisis delicado”, comentó Vargas.
Mario Redondo, legislador por el Partido Alianza Demócrata Cristiana, aseguró que también apoyaría la iniciativa con estricto uso curativo.