Los millonarios sueldos que ganan buena parte de los empleados de la Universidad de Costa Rica (UCR) serán objeto de investigación en la Comisión para el Control del Ingreso y el Gasto Público, en los próximos días.
El presidente de ese foro, el diputado Mario Redondo, de la Alianza Demócrata Cristiana (ADC), explicó que muchas de estas instituciones se han enfocado en los últimos años en aumentar los privilegios de sus funcionarios, y no el servicio a la población estudiantil.
“Hay una manipulación en los estudiantes, ante todo intento por racionalizar el gasto en la UCR. Para cubrir ese tipo de gollerías, los sindicatos, la Federación de Estudiantes de la Universidad y otras autoridades hacen creer que las becas están en riesgo”, expresó Redondo.
El estudio en la comisión legislativa fue promovido por el diputado Otto Guevara, del Movimiento Libertario, e irá más allá de los salarios devengados por los trabajadores de la UCR.
Ottón Solís, parlamentario del Partido Acción Ciudadana , explicó que la Comisión de Gasto Público pidió información sobre todos los gastos en los que incurre la universidad.
“Es un abuso. Las universidades se han dado el lujo de gastar y si alguien les habla de eficiencia, lo acusan de que se quiere violar la autonomía universitaria”, comentó el congresista.
De acuerdo con el secretario general adjunto del Sindicato de Empleados de la UCR (Sindeu), Raúl Rojas, “hay ciertos sectores en la Asamblea que representan a los sectores más neoliberales, con una concepción del mundo en que debe haber grandes diferencias entre ricos y pobres”.
Para Rojas, desde el Congreso se busca que los asalariados públicos solo se ganen el salario mínimo, sin posibilidades de superación.
El sindicalista justificó que haya salarios universitarios como el de un bibliotecario que percibió ¢3,1 millones, según datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), a octubre del 2014, o un oficial de tránsito que cobró ¢2,7 millones.
“En realidad, casi el 60% de los empleados percibe menos del millón. Los salarios más gruesos se alcanzan luego de varias décadas de servicio, 20, 30, 0 40 años, debido a conceptos o componentes mal llamados pluses. Esto permite un componente salarial mayor de lo que suele verse en el sector privado”, dijo Rojas.
Para Solís, las autoridades universitarias recurren a las marchas cuando se les habla de eficiencia y recortes de gastos.
“Buscan disimular que lo que está mal y se reparten la plata de becas”, dijo Mario Redondo.