El Gobierno de Daniel Ortega abrió dos canales más en isla Calero que se convertirían en nuevas desembocaduras del río San Juan, pero desde tierras costarricenses, denunció ayer la presidenta Laura Chinchilla.
La protesta fue dada a conocer en Casa Presidencial luego del Consejo de Gobierno, donde la mandataria llamó la atención sobre lo que considera una nueva afrenta contra la soberanía nacional.
“Dejemos de decirle al Gobierno que no se tome en serio estas cosas, porque aquí tenemos hechos claros y contundentes”, afirmó Chinchilla acompañada del canciller Enrique Castillo.
Como prueba de la nueva incursión nicaragüense, Castillo mostró dos fotografías satelitales que detallan la apertura de dos canales al norte de isla Portillos, que pertenece a isla Calero, en el Caribe norte costarricense.
Sobre la zona en conflicto pesa una medida cautelar de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en la que se prohíbe a ciudadanos y militares nicaragüenses el ingreso a Calero.
Esto luego de que Costa Rica denunciara la incursión de militares en octubre del 2010.
Los nuevos caños están a 2,6 kilómetros al norte del primer punto de invasión advertido por Costa Rica en octubre del 2010, dijo el abogado de la Cancillería, Sergio Ugalde.
¿Por qué no se vigiló la zona? Ante esta pregunta el canciller afirmó ayer que el país no cuenta con el personal necesario para velar por el cumplimiento de lo establecido por la Corte.
A criterio de Castillo uno de los canales está a pocos metros de conectar con el mar, lo cual podría modificar el curso del río San Juan, límite natural entre ambos países.
En las fotografías satelitales y en las tomadas desde tierra por las autoridades costarricenses se detalla la presencia de dos dragas con bandera nicaragüense, indicó Castillo desde Zapote.
Enojo y medidas. La molestia de la presidenta Chinchilla se suma los reclamos que el Gobierno ha elevado contra su vecino del norte desde el inicio del conflicto limítrofe, lo que según dijo, generará nuevas medidas de protesta.
Ayer, Castillo anunció el envío de una nueva nota de protesta a Managua. De concretarse, sería la número 21 en dos años y 11 meses de recriminaciones mutuas.
Pero el reclamo no se quedará en un escritorio en Managua.
Chinchilla informó que aprovechará su visita de la próxima semana a la Asamblea General de la Organización de las Nacionales Unidas (ONU), en Nueva York, para tratar de elevar la protesta ante la máxima autoridad de ese organismo, Ban Ki-Moon.
La cita aún no está confirmada.
Junto a la queja, el Gobierno anunció una serie de medidas inmediatas para resguardar la soberanía nacional.
Entre ellas están una denuncia ante la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional (Ramsar) y el envió, esta semana, de funcionarios del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) a Calero para constatar los daños.
Por la tarde, Castillo asistió a la Asamblea Legislativa para poner al tanto a los diputados de lo se halló en las indagaciones.
El tema llegó a oídos de las autoridades nicaragüenses en cuestión de horas.
Edén Pastora, encargado del dragado del río San Juan, calificó la denuncia como la “última locura” de la presidenta Chinchilla. Colaboró Aarón Sequeira