Que los costarricenses desconozcan el trabajo de los diputados, ya no es ninguna novedad.
Que los costarricenses desconozcan quiénes son esos diputados por quienes votaron, ya tampoco es nada nuevo (Solo uno de cada tres se atreve a recordar uno de esos nombres, y no siempre aciertan).
Y que los costarricenses critiquen el trabajo de los diputados, aunque no lo conozcan, tampoco es un descubrimiento (El peor trabajo lo hacen “todos” y el mejor trabajo lo hace “ninguno”).
Lo reciente es la lista de “diputados” según la calidad de su trabajo. Las comillas obedecen a que en este grupo también fueron incluidos políticos que ya murieron, que están retirados o que jamás se han sentado en una curul.
La lista, sin embargo, sí la encabezan diputados reales, según el último estudio de la firma Unimer para este diario.
Aunque sus porcentajes sean pequeños, el evangélico Justo Orozco y el izquierdista José María Villalta logran asomarse como los menos desconocidos y los de mejor trabajo en el Congreso.
Orozco, conocido por su posición pertinaz contra el reconocimiento legal de parejas homosexuales, fue mencionado por el 18% de quienes dijeron recordar el nombre de algún legislador. Ese 18% equivale a solo un 6% de la muestra total de la encuesta.
Villalta, de izquierda, combativo y empecinado en causas sociales, fue mencionado por el 11% de quienes mencionaron algún diputado. Esto equivale casi a un 4% de la muestra total, lo que pone a Orozco a y Villalta en un empate técnico pues el margen de error de esta encuesta es del 2,8%.
Aunque se diferencian en las formas y en los contenidos, ambos comparten algunas características: los dos son diputados solitarios de su respectivo partido en el Congreso y ambos competirán como candidatos presidenciales para las elecciones de febrero del 2014.
Lista peculiar. La tercera posición le queda a Luis Fishman, quien fue candidato presidencial del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) en las elecciones del 2010.
Él inyecta al Congreso su experiencia política y participa en debates jurídicos. También se desempeña en solitario pues se separó del resto de diputados socialcristianos en noviembre, al calor del conflicto en torno al magistrado Fernando Cruz , de la Sala IV.
Después, en las menciones aparece un político que jamás ha sido diputado. Se pasó los últimos 22 años de su vida como gobernante del cantón de San José y ahora encabeza las encuestas para ser presidente de la República. Se trata de Johnny Araya Monge.
Aún menos apoyo tienen la legisladora Gloria Bejarano, esposa del expresidente Rafael Ángel Calderón, y “Jorge Luis Villanueva”, en probable alusión a su hijo Luis Gerardo Villanueva (liberacionista cartaginés). El papá fue diputado la última vez hace 11 años.
Le siguen Wálter Céspedes (limonense del PUSC) y Fabio Molina (alajuelense del PLN).
Del PAC solo mencionan al sancarleño Manrique Oviedo, exjefe de fracción que pidió al Gobierno indultar a un amigo suyo condenado por intento de homicidio. Es, además, seguidor de la tendencia más conservadora de su agrupación política.
Y falta uno en las menciones: José Merino, el exdiputado de Frente Amplio que murió en setiembre pasado. Hay ciudadanos que lo siguen viendo en su curul o siguen oyendo sus discursos vociferantes.
Así está el panorama de un congreso cada vez más ausente en los ciudadanos; pasaron de 46% a 54% los que declaran no estar informados sobre asuntos legislativos.
Los diputados están también en su peor momento de imagen en este cuatrienio pues el 52% ve el trabajo “malo o muy malo” ¿Y cuántos lo ven bien? Un 5%, dice Unimer.