Al unísono, tres expresidentes de la República censuraron la decisión de Luis Guillermo Solís Rivera de retirarse de la asamblea plenaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para no escuchar el discurso del presidente de Brasil, Michel Temer.
Pero, además, Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), Rafael Ángel Calderón (1990-1994) y Laura Chinchilla (2006-2010) condenaron que Solís dejara el salón principal de la ONU en compañía de Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Cuba.
Excepto Costa Rica, esas naciones conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que es la alternativa progresista al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que promoviera Estados Unidos.
Silencio. Todavía Solís no se ha pronunciado directamente sobre su decisión de retirarse de la plenaria de la ONU. Casa Presidencial sí envió un comunicado el martes, alegando que se debió a “dudas” sobre la situación política de Brasil.
Pero los tres exgobernantes condenaron que el Gobierno no se haya mostrado tan contundentemente en contra de las violaciones de derechos políticos en Venezuela, como sí lo hizo contra el gobierno de Temer, quien llegó al poder a finales de agosto, después de que el Senado de Brasil destituyó a Dilma Rousseff tras un proceso de impeachment , luego de que fuera acusada de violentar normas fiscales para, supuestamente, maquillar el déficit estatal.
Chinchilla, Calderón y Rodríguez, junto con los expresidentes Óscar Arias, José María Figueres y Luis Alberto Monge firmaron una carta con varios expresidentes latinoamericanos pidiendo la aplicación de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) contra el Gobierno de Venezuela, por eliminar, en su criterio, la división de poderes, disminuir las potestades del Congreso y negarse a convocar un referendo revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro.
Distinto. “Es muy importante separar lo que es diferente. En Brasil, aunque no nos guste, se actuó con base en normas.
”En cambio, en Venezuela, se impide al pueblo expresarse en un referéndum revocatorio. Debo expresar, con mucha pena, que el presidente le hizo un feo al mandatario de un país hermano”, lamentó Rodríguez.
Pese a que cree que Rousseff sufrió un golpe de Estado, Calderón dijo que Solís cometió una equivocación al negarse a escuchar el discurso ante la ONU del sucesor de la brasileña.
“Fue desacertada la acción y la compañía (países del ALBA) con la que se hizo. Por supuesto que se contrapone con la actitud que el Gobierno ha tenido hacia Venezuela, que ha sido pusilánime. Lo que viene es un enfriamiento de las relaciones con Brasil y una mala impresión en el continente al tener esos aliados que, espero yo, sean circunstanciales”, adelantó Calderón.
La expresidenta Chinchilla dijo que suscribía en su totalidad el pronunciamiento que emitió el Partido Liberación Nacional (PLN) sobre la decisión de Solís.
En el boletín, esa fuerza se manifestó “indignada” por la actitud del presidente.
“La alianza de facto (con el ALBA) representa una clara contradicción y un evidente doble discurso en materia de defensa y promoción de los derechos humanos y salvaguardia a la democracia”, afirmó el PLN.