San José
Costa Rica y Christiana Figueres Olsen iniciarán el periplo para llevar a la candidata a la Secretaría General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el 18 de julio en Beijing, China.
Allí la candidata, quien ya cuenta con el rango de embajadora en misión especial, irá acompañada por el canciller Manuel González, quien intentará convencer a su colega chino, Wang Yi, de que su nación apoye la candidatura de Figueres, quien aspira a ser la primera mujer en ocupar el máximo cargo de la ONU. La delegación también negocia visitar Rusia y Francia antes del 21 de julio, fecha en la que el Consejo de Seguridad de la ONU hará el primer filtro de candidatos.
China, Francia y Rusia, junto con Reino Unido y Estados Unidos, son los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, órgano que tiene la potestad de recomendar a la Asamblea General el nombre del futuro secretario general.
Ante el peso de esas naciones y la poca disponibilidad de recursos, González dijo en una entrevista que concedió a La Nación el viernes que la campaña de Costa Rica en apoyo a Figueres se concentrará en visitar las capitales de esos países.
Lea a continuación un extracto de la entrevista con el jefe de la diplomacia costarricense.
¿Quién convenció a quién?
--Hace un mes el Gobierno indicó que no tomaría la iniciativa de presentar a ningún candidato a la Secretaría General de la ONU. Ahora, deciden postular a Christiana Figueres ¿Qué fue lo que cambió en este lapso tan corto?
--Bueno, esto ha sido un proceso. No ha habido un acontecimiento que haya sido el punto de partida y que se pueda precisar como un antes y un después. Ha sido un proceso de convencimiento mutuo.
”Siempre dijimos que si ella tomaba la decisión de dar este paso, que es una decisión personal de gran envergadura, la íbamos a apoyar incondicionalmente.
Tal vez el hecho que empezó a solidificar, o a insinuar más la posibilidad de su candidatura, fue el trabajo exitoso que ella hizo al frente de la Secretaría de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que dio como resultado, a mediados de diciembre del año pasado, el Acuerdo de París (conocido como el COP 21).
Ella demostró un liderazgo muy fuerte, muy importante, buscando consensos, tendiendo puentes, convenciendo a muchos países para que, al final, se llegara a un documento que era aceptable para 195 países en el mundo.
Y eso no es algo menor. Creo que tal vez en el ánimo de ella y de quienes la rodeaban, fue ese el elemento que hizo que ella empezara a pensar en esta posibilidad”.
--¿Es en ese momento cuando la señora Figueres les plantea a ustedes la intención de postularse para la Secretaría General de la ONU?
--A partir de ahí hubo altos y bajos. Conversamos en distintas ocasiones, dijo que lo iba a pensar, que lo estaba valorando. Es una decisión personal muy grande, y hay que reconocer que también el puesto que ella tenía en la Convención era de muy alto nivel, con una gran responsabilidad, era un puesto que ejerció durante seis años y usted sabe que ese tipo de responsabilidades desgastan mucho también.
”Me imagino que ella se debatía entre dar este salto y asumir la responsabilidad de una candidatura que, ya por sí sola es una gran responsabilidad, que ahora compartimos, porque también lo es para nosotros. En varias ocasiones conversó ella con el presidente Luis Guillermo Solís, él conversó conmigo, ella también, pero doña Christiana habló más que nadie con el presidente, hasta que tomó la decisión de que sí lo haría.
Pero el acuerdo siempre fue que esperaríamos a que ella terminara adecuadamente, y saliera por la puerta grande, del trabajo que estaba desempeñando al frente de la Secretaría de la Convención. De ahí que el anuncio se hiciera hasta el 7 de julio, porque ella el 6 de julio terminó su contrato.
Nosotros en eso la apoyamos, a pesar de que el tiempo y los plazos que corren son muy importantes en esta carrera, la apoyamos a pesar de que podía significar, según la interpretación de algunos, entrar tarde o entrar de últimos (a la competencia por la Secretaría General).
--¿Y ese tiempo perdido irá a traer alguna consecuencia?
--No lo creemos. Nos parece muy adecuada la posición de ella de no aprovechar la plataforma que tenía, todo el recurso humano que tenía, los contactos, para su servicio y obtener un beneficio personal. Algunos otros candidatos lo hacen, no los juzgo, tendrán sus circunstancias especiales, pero me pareció muy digno de parte de ella y la apoyamos”.
--¿Se confirmó la decisión de postular a doña Christiana porque alguno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (órgano trascendental de Naciones Unidas) prometió el apoyo a la candidatura de Costa Rica?
--No. Ninguno de los miembros permanente del Consejo de Seguridad echa sus fichas de esa manera. Son muy cuidadosos porque tienen una gran responsabilidad y un gran poder de decisión.
”Muchas veces ha ocurrido en el pasado que, cuando un candidato es ligado de manera directa a uno de esos miembros permanentes del Consejo, es motivo para que lo veten, más bien es contraproducente. De modo tal que no es esa la circunstancia que la motivó, sino, más bien, la buena disposición manifestada, no a su candidatura, sino a la persona, en reconocimiento a sus cualidades y al buen trabajo que hizo. Es una persona reconocida por los países, en el sistema de Naciones Unidas, quien lo conoce desde adentro, que tiene experiencia y, también, un enorme respaldo departe de la sociedad civil. Esos fueron los factores, más que el apoyo, ni siquiera insinuado, o directo, de un Estado.
--Impulsar un candidato a la Secretaría General de la ONU es un reto mayor ¿qué le falta a la diplomacia costarricense para concretar el objetivo de que doña Christiana asuma el puesto?
--Es un reto muy grande, sin duda alguna, tiene muchas aristas, pero creo que el papel del país en la comunidad internacional también es conocido y reconocido. El nombre de Costa Rica da una plataforma muy sólida para cualquier candidato o cualquier posición que nosotros defendamos.
”Tenemos una imagen de seriedad, de coherencia, de consistencia en las posiciones y de ahí que yo insista en que los principios elementales de la política exterior del país tienen que solidificarse con una política de Estado.
Esos pilares son los derechos humanos, el desarme, la paz y el respeto al medio ambiente, por mencionar algunos. Y eso ayuda mucho.
Sin ser presumido, ni arrogante, pero reconociendo nuestros valores, creo que tenemos a una excelente candidata y un excelente país reconocido internacionalmente en esas condiciones”.
--¿Están los diplomáticos actuales a la altura del reto?
--Esta no va a ser una campaña de dinero. Va a ser una campaña de talento, de absoluto compromiso, en el que, además, los diplomáticos costarricenses, tan criticados muchas veces, cuestionados en muchas otras ocasiones, tendrán la oportunidad de demostrar la madera de la que están hechos. No solamente los que están en la ONU, sino, también, los que están en la Cancillería, en las embajadas.
En esta candidatura vamos a tener que poner a trabajar a todo el mundo.
--¿Quiénes serán las piezas clave en esta labor?
--Nos va a poner a prueba a todos. Claro que tenemos retos y dificultades y yo los he señalado en el pasado. Por ejemplo, no tenemos presencia diplomática en África. Son cincuenta y cuatro países en los que no tenemos ni siquiera una embajada.
”Cómo es posible, también, si lo queremos poner en términos económicos, que un país tan reconocido, tan valioso, que su supervivencia en el mundo y en la comunidad internacional depende del Derecho Internacional y de su política exterior, invierta solo el 0,3% de su presupuesto nacional en la que es su principal arma de defensa.
Entonces, claro que tenemos que reconocer nuestras contradicciones pero eso no va a ser impedimento para que el compromiso y la energía estén ahí.
Yo no le tengo temor a las grandes ligas y a los grandes enfrentamientos porque contamos, dichosamente, como lo he podido percibir desde el 7 de julio, con un gran respaldo nacional hacia la candidatura de doña Christiana. Esta no es una lucha contra otros candidatos, es una lucha por lo que el país ha defendido, y por lo que ella cree.
--Es decir, hay una comunión entre lo que doña Christiana promulga y los postulados del país…
--Hay que tener claro que la candidata es ella, el candidato no es el país. Ella tiene que tener sus criterios independientes, autónomos. Estoy seguro de que su manera de ser, sus principios y su educación van a coincidir con lo que Costa Rica refleja y con lo que el país ha hecho a favor de la Carta de Naciones Unidas.
”(…) Ni Costa Rica va a apoyar una candidata, ni la candidata se va a dejar apoyar por un país en el que haya contradicciones en la defensa de los valores más elementales. No es apoyarla por apoyarla nada más. Creemos que lo que ella piensa y las ideas que tiene son valiosas para el país, pero ella no representa al país en esa candidatura”.
--Es de suponer que existió un cabildeo previo departe del Gobierno y, específicamente, departe suya y del presidente Luis Guillermo Solís a favor de esta candidatura ¿Con quiénes han hablado sobre las aspiraciones de doña Christiana? ¿Ha quién se le ha pedido apoyo ya?
--Consideramos adecuado, por una cuestión más de cortesía que de otra cosa, que ella tuviera encuentros informales con los embajadores de los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Rusia, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos). Que propusiera y que dejara entrever que esta posibilidad era fuerte.
”Yo he tocado el tema en todas las reuniones en las que he participado en las últimas semanas con los cancilleres, con quienes he tenido oportunidad de conversar, algunos incluso ya me habían preguntado si ella se iba a postular, y nuestra respuesta siempre fue la misma, que el día que ella terminara su función se haría el anuncio de si iba o no a postularse y, en caso de ser positivo, que nosotros la apoyaríamos plenamente, también eso generó algún cabildeo en contra de países que tal vez ya estaban apoyando a alguna candidata o candidato de la región.
Obstáculos
--Desde el 2014 Costa Rica no tiene embajador en Rusia, un miembro permanente de mucho peso en el Consejo de Seguridad de la ONU ¿Esa ausencia en un país que ahora es un objetivo clave en el radar diplomático de Costa Rica podría pesar en este proceso de cabildeo de la candidatura?
--Desde hace varias semanas presentamos a Rusia la solicitud de beneplácito (para que Rusia acepte el embajador que Costa Rica le propone). Tenemos ya un embajador (en proceso de designación). Eso lleva su trámite.
”Por otro lado, hay que tomar en cuenta que esta semana, precisamente, hubo consultas políticas (cita en la que se abordan los principales aspectos de la relación bilateral entre dos países) en Moscú, a nivel de vicecancilleres, que fueron muy positivas.
No tenemos ningún problema con Rusia, hay diferencias, se las hemos señalado a ellos de manera directa. Yo me he reunido con el Canciller ruso (Serguéi Lavrov) desde que asumí el ministerio por lo menos en cuatro ocasiones, no somos íntimos amigos, pero yo le expliqué a él de primera mano el proceso en el que estábamos para la designación de nuestro embajador y él lo entendió perfectamente.
La relación con Rusia es normal, es muy amplia y muy antigua, de modo tal que yo no veo que haya ningún resquemor o alguna reserva que le pueda afectar directamente a la candidatura a la ONU. Si por alguna razón ellos decidieran no apoyar a doña Christiana, no sería por el estado de la relación, de eso estoy totalmente seguro”.
--Se puede interpretar que, entonces, la cercanía de Rusia con Nicaragua y la lejanía de Costa Rica con este último país no sería un factor a tomar en cuenta durante el cabildeo de la candidatura…
--En ese sentido creo que hemos sido claros y respetuosos. La posición es la misma y no tiene porqué cambiar por el hecho de impulsar esta candidatura. Es una cuestión de preocupación que no es con Rusia, es con Nicaragua, igual ese país pudo haber comprado su armamento a cualquier otra nación, e igual hubiéramos hecho las mismas manifestaciones, porque lo que nos atañe es la relación con el vecino y no de donde venga el armamento. Les hemos hecho la pregunta respetuosamente (sobre la venta de armas a Nicaragua) y no creo que eso vaya a deslumbrar ni a preocupar a nadie. Costa Rica no tiene problemas con ningún país, con excepción de lo que muy clara y transparentemente hemos dicho que es la complejidad de la relación con Nicaragua.
--¿Ve a Latinoamérica dividiéndose en esta elección a causa de la candidatura de doña Christiana y la de la canciller de Argentina, Susana Malcorra (se postuló en mayo pasado) a la Secretaría General de la ONU?
--Honestamente creo que habla muy bien de Latinoamérica el hecho de que podamos presentar dos o más (el proceso para la presentación de candidaturas aún no ha concluido) mujeres o personas de tan altos quilates. Hace notar que tenemos mucho que aportarle al mundo globalizado al que vamos todos.
”No veo el hecho como una causa de división. Creo que debería ser una causa de orgullo. Nuestra contienda no es contra las personas, sino, contra la desigualdad, el terrorismo, contra las amenazas de la paz y de la seguridad mundial y a favor de las situaciones de los migrantes y los desplazados. Esta candidatura es de tal envergadura que las ideas tienen que ser acordes a ese gran puesto e investidura. No se trata de fijarse en los atributos o defectos de los demás candidatos.
Esta no es una campaña de politiquería tradicional a la que estamos acostumbrados a nivel local. La estrategia no va por ahí. Y, si algún otro candidato cayera en esa tentación, le garantizo que nosotros no vamos a reaccionar.
--¿Aspira Costa Rica a que Centroamérica se una en bloque alrededor de la candidatura de doña Christiana?
--Si nos referimos a un apoyo unitario del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), no lo veo, honestamente. No lo descarto, pero no lo veo, y no veo que sea el área de la relación con el SICA en la que más energía debamos destinar en este momento (Costa Rica regresó a la mesa de diálogo político del SICA a principios de julio, después de seis meses de estar fuera de ese panel).
”Estoy convencido, aunque por supuesto puedo equivocarme, de que muchos países centroamericanos ven con muy buenos ojos esta candidatura. Aspiro a equivocarme al decir que Nicaragua podría ser la que observe con reservas esta aspiración, porque esto va mucho más allá de cualquier diferendo en una relación bilateral. Doña Christiana no iría a la ONU a defender las posiciones de Costa Rica, ella sería autónoma”.
--¿Y Costa Rica pedirá apoyo en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA)?
--No lo creo, porque Estados Unidos es miembro de la OEA y miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. No es la costumbre de Estados Unidos dar apoyos públicos por anticipado a un candidato a dirigir la ONU. Ellos son un miembro permanente muy importante y no vemos que esa sea una buena estrategia.
La estrategia
--Al no ser ni el SICA ni la OEA útiles para Costa Rica en este contexto, y al tener vacíos diplomáticos en África y Rusia ¿cuál será entonces la estrategia de Costa Rica para impulsar con éxito la candidatura de Figueres?
--La estrategia será centrarnos en los 15 miembros del Consejo de Seguridad. Desde antes de encaminarnos a este proceso Costa Rica ha defendido la posición de que debe existir una mayor interacción entre la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, ese consejo no es Naciones Unidas, pero es muy importante, porque en ese Consejo se dan las votaciones iniciales (para filtrar a los candidatos a la Secretaría General).
--¿Mantendrá el país su posición de pedirle al Consejo de Seguridad que se aparte de la costumbre de recomendar a un único candidato a la Asamblea General, que se limita a ratificarlo?
--Costa Rica aspira a que, por primera vez en la historia de la elección de la Secretaría General el Consejo de Seguridad recomiende a la Asamblea General de la ONU (compuesta por 193 países) más de un nombre, es decir, que sean varios los candidatos finales al cargo, para que sean elegidos por la Asamblea.
El Consejo siempre ha propuesto un solo nombre y la posición de nuestro país, desde hace mucho tiempo, es que se propongan más.
Así que, si el Consejo es el origen de donde vendría la recomendación del nombre de doña Christiana, ahí es donde tenemos que enfocar nuestros esfuerzos de manera prioritaria. Pero, por supuesto, no podemos descuidar el resto de los países porque queremos que el apoyo sea contundente cuando el asunto llegue a votación a la Asamblea General.
--¿No arriesga mucho Costa Rica proponiendo que el Consejo de Seguridad recomiende varios candidatos a la Asamblea General?
--Sucede que no podemos dejar de pensar lo que pensamos. Esta es una posición de país y en eso tengo que ser muy claro. Sobre todo, mi responsabilidad es defender los intereses nacionales.
”Podría ser riesgoso por la circunstancia particular de que doña Christiana fuera sugerida a la Asamblea General junto con otros nombres. Claro, uno quisiera que la sugerencia fuera solo el nombre de uno. Pero, la posición nacional que siempre hemos defendido, independientemente de doña Christiana, es que se sometan más nombres y eso lo vamos a defender igual, sino, sería una contradicción con lo que hemos dicho en el pasado”.
--¿Hay alguna cifra del costo que tendrá para el Gobierno respaldar la candidatura de Christiana Figueres?
--No. Costa Rica no va a hacer esta campaña con base en dinero, sino, en recurso humano, y con la gran candidata que tenemos. Claro que involucra un costo, sobre todo de desplazamiento.
”Tenemos la intención de visitar, ojalá, todas las capitales de los países miembros del Consejo de Seguridad, que son 15. Los otros candidatos también lo hacen, o están en ese proceso.
Sin duda, de manera prioritaria, visitaríamos los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad, de ahí que, por ejemplo, ya está coordinada una visita para el 18 de julio a Beijing, China.
Desde hace varias semanas yo estoy trabajando en esa dirección, porque tenemos una agenda activa, dinámica y amplia con China, que incluye otros temas bilaterales.
Y, por supuesto que la fecha nos cayó muy bien porque, casualmente, el 21 de julio se hará el primer filtro de candidatos y nos pareció muy propicio invitar a doña Christiana a que forme parte de la comitiva que la integraremos ella, un funcionario de la Dirección de Política Exterior de la Cancillería, y yo.
Si pudiéramos antes del 21 de julio visitar a algunos otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad (la Cancillería trabaja en visitas a Rusia y Francia), lo haríamos.
Ya las solicitudes de encuentro se han cursado”.
--¿Con cuál partida se cubrirán los costos de los viajes?
--Después del 21 de julio tendríamos que seguir con los desplazamientos. De momento los costos se cubrirán con el presupuesto de la Dirección de Política Exterior y haremos ajustes en otras partidas que podamos trasladar a esa dirección. Eso conlleva un trámite en el Ministerio de Hacienda donde hemos encontrado buena receptividad.
”En caso de ser absolutamente necesario, aunque en este momento no lo veo así, trataríamos de convencer a los señores diputados de que aprueben un presupuesto extraordinario. Creo que, sin que yo se los explique, conocen la trascendencia de esta candidatura. Fundamentalmente los gastos serían para desplazarse a otros países. Nosotros no vamos a gastar en desayunos, almuerzos, recepciones, brochures o regalos, como ocurre.
--¿Qué tan relevante será la presencia del presidente Solís en ese proceso de cabildeo ante los países más importantes que integran la ONU?
--Es muy importante, sin duda alguna, por ser el presidente una persona muy versada y conocedora de los temas de relaciones internacionales y de política exterior. Obvio que él es una figura fundamental.
”Pero tiene que continuar en su función de presidente. Sí le puedo decir que dentro de la agenda de visitas que tiene programada el presidente de aquí a octubre, mes en el que vemos probable que se realice la votación definitiva para la elección, la candidatura será un tema común.
No está programado ni hemos considerado hacer viajes específicos para este tema en los que vaya el presidente con ese objetivo exclusivo. En mi programa de visitas, por supuesto que doña Christiana será incluida en la medida en que las posibilidades económicas y el tiempo así lo permitan.
En este momento no hay una cifra presupuestaria definida, si la hubiera se la diría, no tendría ningún reparo. Sí le puedo decir que estamos raspando ollas, porque no podemos desconocer ni ser contradictorios con la situación económica que vive el país, a pesar de la importancia que tiene esta candidatura
El presidente tiene que seguir en sus funciones del día a día, pero está vigilante e involucrado; la responsabilidad fundamentalmente recae en la candidata y en mí”.
--¿Ostentará Christiana Figueres el rango de embajadora en misión especial, que ya se ha utilizado en el pasado para impulsar candidaturas nacionales a puestos internacionales?
--Con absoluta transparencia lo digo, hemos recurrido a esa figura muy utilizada por esta Cancillería en el pasado, así como por todos los ministerios de Relaciones Exteriores del mundo.
”Así se le da a doña Christiana el rango necesario para que pueda incorporarse a mis delegaciones oficiales. En esto de la diplomacia hay mucha jerarquía. Además, ese rango nos permitirá cubrir algunos de los gastos de desplazamiento que son absolutamente indispensables. Seremos muy rigurosos en eso. No es un gasto, sino, una inversión en nombre del país. Ya el presidente y yo tomamos el acuerdo de la designación de doña Christiana como embajadora en misión especial, ya se firmó y ella ya tiene su pasaporte diplomático y su visa de los Estados Unidos para que pueda viajar”.
Compleja elección
--¿Qué ocurrirá específicamente el 21 de julio en el Consejo de Seguridad?
--Ese día los 15 miembros del Consejo de Seguridad usarán una especie de papeleta un tanto extraña donde tendrán que poner si alientan o desalientan a cada candidato a seguir en la lucha por la Secretaría General o bien, si se abstienen de emitir alguna de esas recomendaciones.
”Eso dará un indicativo de cuántos apoyos hay. Eso es muy relativo. Sin hablar con lujo de detalles, al secretario general Kofi Annan (1997-2006) lo vetaron 9 veces y fue, al final, secretario general. Puede ser que el 21 de julio un candidato obtenga muy poco apoyo pero que termine siendo el elegido.
Puede ser, también, que el candidato no esté entre los que van a ser considerados el 21 de julio. O puede ser que el que va de primero, termine saliendo de la lucha. El mundo está tan complicado, tan convulso, hay tantos intereses, que cualquier cosa puede beneficiar o perjudicar una votación y a eso tendremos que estar muy atentos”.
--¿Por qué supone la Cancillería que la votación final podría ser en octubre?
--Porque en agosto generalmente en Europa toman vacaciones de verano y en setiembre la presidencia mensual del Consejo de Seguridad la ocupará Nueva Zelanda, que tiene una candidata para la Secretaría General y no sería bien visto que se llegue a una votación final mientras ellos ocupan la presidencia, aunque nada lo impide.
”Además, setiembre es un mes muy activo para la diplomacia, porque se celebra la Asamblea General de Naciones Unidas. En octubre, la presidencia del Consejo la ocupará la Federación Rusa, que es uno de los miembros permanentes más importantes del Consejo de Seguridad. El Reino Unido, después del “Brexit”, irá a elecciones internas en octubre, y Estados Unidos en noviembre.
Comprenderá usted que la presencia del presidente de la República en la Asamblea General de setiembre será absolutamente indispensable. Como Estado haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que doña Christiana sea la Secretaria de la ONU, por eso es tan importante la unidad nacional alrededor de esta decisión que ha tomado el Gobierno”.
Política interna
--¿Políticamente que ganaría Costa Rica en caso de que Christiana Figueres obtenga la Secretaría General de la ONU?
--Debo ser muy cauto en esa respuesta porque, de ocurrir, doña Christiana pasaría de ser una costarricense a una ciudadana global. Ella tendrá una autonomía e independencia que deberá ejercer con mucha prudencia y cuidado no en beneficio de Costa Rica, sino, de la humanidad. Qué gana Costa Rica, bueno orgullo de haber dado una lucha y ganarla con una candidata de peso. Quedaremos en la historia de Naciones Unidas como el país donde nació la primera mujer que ocupó la Secretaría General. Pero no podemos aspirar a tener resoluciones que nos beneficien o podamos sacar algún provecho individual. Esa no debe ser la finalidad de ningún país.
--¿Cómo va a apartar del camino el Gobierno el hecho de que doña Christiana sea la hermana de José María Figueres, el precandidato presidencial más fuerte en este momento de Liberación Nacional (PLN)?
--La forma más directa de apartar ese elemento del camino, y esta es una genuina solicitud a la ciudadanía, es que separen a don José María de doña Christiana. Cada uno está en un objetivo diferente, completamente diferente, a niveles muy distintos. Por eso insisto también en que a pesar de los apellidos y de las banderas políticas, detrás de Christiana Figueres nos podamos unir todos y le demos esa ciudadanía global. Separemos las cosas que nada tiene que ver una con la otra.
”Hay un apellido en común, una relación familiar en común pero, en ningún momento, se lo garantizo, ha habido la más mínima intervención, sugerencia o insinuación departe de don José María Figueres para que el Gobierno respalde a doña Christiana. Ojalá la población pueda hacer esa justa valoración.
Yo no pido una unidad nacional gratuitamente, la sugiero sobre una base informada. La Cancillería siempre estará en la mejor disposición y con las puertas abiertas para referirse a cualquier tema relacionado con la candidatura de doña Christiana. No estamos haciendo nada para beneficiar a un eventual candidato (presidencial), estamos apoyando a una costarricense que tiene atestados reconocidos a nivel internacional y que es una fuerte candidata que está en igualdad de condiciones, sino superiores, a las de los otros 11 candidatos que están aspirando al puesto. Esto no tiene nada que ver con política local”.
--¿Este impulso de la candidatura de Christiana Figueres amerita que el Gobierno tenga una charla particular con los partidos políticos?
--No lo descarto. Sobre todo con los partidos representados en la Asamblea. Será una decisión que habrá que tomar con el presidente y el ministro de la Presidencia (Sergio Alfaro). Creo que ese apoyo es casi natural pero valdría la pena reafirmarlo.
”Si los partidos no dieran su apoyo, lo que uno esperaría, siendo este un objetivo del país, que asuman una posición neutra, no en contra, por ser un esfuerzo de Costa Rica”.