Gerardo Vargas, jefe de fracción del Frente Amplio, reveló ayer a las 6 p. m. a La Nación la verdadera razón de la renuncia del diputado Ronal Vargas.
Don Ronal Vargas dice que, por motivos de salud, de una enfermedad muy grave, tiene que dejar la Asamblea. ¿Él les había informado sobre esa supuesta enfermedad?
Ese argumento que él usó en la tarde, cuando habló en el plenario, lo escuchamos los diputados del Frente Amplio en el momento en que él estaba hablando. Ese argumento de la salud era totalmente desconocido para los demás de la fracción.
¿Ronal Vargas ya les había hablado a ustedes sobre su intención de renunciar?
Sí; tuvimos una reunión antes del plenario, donde nos presentó la carta de renuncia ante el Tribunal de Elecciones.
¿El diputado les había hablado a ustedes sobre su relación personal con una asesora directa que ahora está trabajando con Gloria Valerín (directora de Servicios Técnicos)?
Yo lo busqué a él y le dije que tenía que hablar con él sobre una situación que yo conocía, y entonces hoy (ayer) en la mañana conversamos Ronal, Rodolfo Ulloa (secretario general del Frente Amplio), José María Villalta y yo. Le dijimos a Ronal que conocíamos la situación y que, por lo tanto, nosotros, como autoridades del partido, solicitábamos su renuncia ante los hechos que conocíamos, que eran sumamente delicados.
¿Esa situación se refiere a las amenazas por un supuesto caso de acoso sexual?
Se refiere a una situación que habló conmigo una muchacha que trabaja de asesora en la Asamblea Legislativa.
¿Esta muchacha se quejó con usted personalmente?
El diálogo fue conmigo.
¿Ella acusó a don Ronal de propasarse?
Sí, ella me dijo que sentía que la situación que se estaba dando era muy delicada, que ella se sentía mal y que por eso acudía a mí como jefe de fracción.
¿A raíz de esto ella se va del despacho a otra oficina?
No; yo soy el que tomó la decisión de que ella ya no trabaje más en el despacho de Ronal, porque me parecía que ella no podía seguir ahí por la situación que me dijo y yo tomé la decisión de que ella tenía que salir de esa oficina.
¿Qué le dijo don Ronal cuando usted, frente a Villalta y Ulloa, le planteó la obligación moral de renunciar?
Dijo que estaba bien, que estaba de acuerdo, que lo iba a hacer hoy mismo (ayer).
Y entonces en el plenario da, sorpresivamente, la versión de una supuesta enfermedad...
Era un argumento totalmente desconocido por nosotros, porque lo que él nos había dicho primero es que iba a renunciar simplemente, pero nunca se mencionó el tema de la salud.