Con la excusa de que no hay un lugar adecuado para instalarlos, el Gobierno mantiene en desuso dos sofisticados equipos móviles de rayos X que China le donó en el 2008 para rastrear droga en puertos y fronteras.
Los aparatos, valorados en $6 millones y fabricados por la empresa china Nuctech Company Limited, permitirían detectar si los contenedores que ingresan o salen del país llevan mercadería y sustancias ilegales.
Dichos escáneres están instalados sobre camiones, lo cual facilita su movilización. Para operar, los artefactos solo requieren de un piso de concreto nivelado, una conexión trifásica y otra de Internet.
Pero, seis años después de que el Ministerio de Hacienda recibiera la donación, ni el gobierno de Óscar Arias, ni el de Laura Chinchilla ni el actual de Luis Guillermo Solís lograron ponerlos a funcionar.
‘Absurdos’. Fernando Rodríguez, viceministro de Ingresos, acepta que es difícil de entender cómo no se ha podido encontrar un lugar para estos aparatos que resultan clave en la lucha contra el narcotráfico.
“A veces a nivel de Gobierno existen estos absurdos. Buscamos alternativas, ya se ha discutido la posibilidad de que el Instituto Costarricense de Electricidad haga el planché con la prevista necesaria para operar”, dijo.
Agregó que hay conversaciones con la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) para instalar los equipos en sus muelles.
El tráfico de drogas en contenedores procedentes de Costa Rica ha generado críticas a escala internacional.
A finales de noviembre, las autoridades de Holanda decomisaron tres toneladas de cocaína que habían salido de los puertos ticos en el Caribe.
En ese entonces, el ministro de Comercio Exterior, Alexánder Mora, señaló en un comunicado de prensa que se trataba de un “hecho aislado” entre las miles de toneladas de carga que el país exporta hacia Europa.
No obstante, Mora admitió que el asunto “tiene el potencial de deteriorar nuestra imagen como país seguro”.
Alto costo. Los escáneres estuvieron durante dos años en bodegas de la Dirección General de Aduanas, en el cantón de Goicoechea, San José, y desde el 2012 fueron trasladados a las instalaciones de Japdeva, en Limón.
Los aparatos reciben allí un mantenimiento de rutina, a la espera de que, algún día, alguien defina su futuro.
Mientras tanto, tener dichos equipos en buen estado, aunque estén sin uso, le cuesta al país $400.000 anuales, los cuales se le pagan a la empresa Nuctech Company Limited, fabricante de los aparatos.
“Hemos estado pagando para tenerlos listos en el momento en que podamos usarlo”, afirmó el director general de Aduanas, Rafael Bonilla, sin poder dar una fecha de la instalación.
Pero, además, hay otro problema que deberán resolver las autoridades para poner en funcionamiento dicho equipo.
Según el director general de Aduanas, Rafael Bonilla, aún es necesario especializar al personal de su oficina en el manejo de los escáneres, pues los representantes del Gobierno chino no los entregaron instalados.
Los aparatos fueron pagados con fondos no reembolsables del convenio de cooperación técnica y financiera entre Costa Rica y el gigante asiático.