El Gobierno planeó adrede tensar las relaciones diplomáticas con Brasil. Ese era el objetivo del desaire que el presidente Luis Guillermo Solís le hizo a su par brasileño, Michel Temer, en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), a finales de setiembre.
Así lo reconoció el ministro de Comunicación, Mauricio Herrera, en un mensaje de WhatsApp enviado al chat que Casa Presidencial tiene con los diputados de la bancada del Partido Acción Ciudadana (PAC).
El hecho lo dio a conocer, el miércoles, el Semanario Universidad.
“¿Fue entonces un acto político? Sí, claro, justificado y apegado a los ‘usos’ de NNUU (Naciones Unidas). ¿Cambia fundamentalmente la naturaleza o el carácter de las relaciones entre CR (Costa Rica) y Brasil? No y no tiene por qué cambiarlas. Sí las tensa un poco y ese era el propósito que perseguíamos”, redactó Herrera en el chat de coordinación política.
Lo hizo el 22 de setiembre, dos días después de que Solís salió de la sala de sesiones de la ONU, al anunciarse el discurso de Temer, alegando un llamado de atención por “ciertas actitudes y actuaciones” en materia democrática.
El mensaje lo trasmitió el ministro Herrera al chat “Coordinación Gobierno PAC”. Así lo confirmaron los legisladores Franklin Corella, Marcela Guerrero, Marlene Madrigal, Marvin Atencio y Ottón Solís.
En ese grupo también están el ministro de Hacienda, Helio Fallas, y sus dos viceministros, Fernando Rodríguez y José Francisco Pacheco, así como el jerarca de la Presidencia, Sergio Alfaro, y su viceministro, Luis Paulino Mora.
La filtración del mensaje provocó que este jueves, el titular de Comunicación intimidara a los legisladores del PAC en el mismo chat, diciéndoles que quien divulgó su mensaje, que calificó como privado, “no sólo cometió un acto antitético (sic), desleal y cobarde sino que también es delictivo”.
Lo desconoce. Consultado ayer sobre el porqué se planeó tensar las relaciones con Brasil, el canciller Manuel González se negó a referirse al contenido del mensaje, bajo el alegato de que desconocía su veracidad.
“No puedo referirme a un aparente mensaje de texto privado que no conozco ni fue escrito por mí. Lo razonable es que se le consulte a su supuesto autor sobre el contenido que se cuestiona”, dijo González, sin aceptar preguntas.
El presidente Solís no desconoció el mensaje, pero manifestó que el debate en torno a ese tema ya estaba cerrado: “Creo que es lógico que haya comunicaciones entre el ministro de Comunicación y los diputados de la fracción oficialista. Me parece que es un procedimiento muy normal. Pero es un debate sobre el fondo del tema que ya estaba superado”.
La semana pasada, en una comparecencia en el Plenario legislativo, el canciller dijo que las relaciones con Brasil eran normales. No obstante, el mandatario admitió días antes en CNN, que sí se habían tensado tras lo ocurrido en la ONU.
Ahora no lo niega. Herrera, también sin aceptar una entrevista, admitió a La Nación haber enviado el mensaje. Lo hizo 24 horas después de que le dijo al Semanario Universidad que no recordaba haber redactado esas líneas.
Aseguró que el mensaje –del cual enfatizó era privado–, “no tiene nada de secreto, ilegal, inmoral o negligente”.
“El texto en su integralidad (no sólo el fragmento que usted destaca) se explica por sí mismo y reafirma el respeto de nuestro Gobierno hacia Brasil y el propósito de hacer una llamada de atención a favor de la protección de los derechos humanos y las mejores prácticas democráticas, como orgullosamente lo ha hecho nuestro país a lo largo de su historia”, señaló Herrera en un mensaje enviado, también por WhatsApp, desde Panamá.
El subjefe de la fracción del PAC, Franklin Corella, minimizó el asunto. “Es un chat de líneas sobre el fondo y forma con respecto al tema, y lo que hace es una interpretación de que eventualmente podría generar tensión y reconoce que podría generar una tensión evidentemente. Es un acto político del que se esperaría generar una reacción así”, declaró.
Mientras, Ottón Solís declaró: “Lo que nos dice el ministro de Comunicación, no un ujier del Gobierno, son indicaciones de cómo explicarle al país y a la prensa lo ocurrido en Nueva York y es una paradoja que ahora se moleste porque se hiciera público. Es una estupidez lo que recomendó; en los anales de la diplomacia, a nadie se le había ocurrido, a ningún país, tener como objetivo tensar las relaciones con otro país, lo más que eso puede ser es un medio, pero no un fin”.
Las legisladoras Epsy Campbell y Laura Garro afirmaron no tener certeza de haber recibido el mensaje. Nidia Jiménez, por su parte, negó formar parte de ese grupo de WhatsApp.
“No puedo decir que no lo recibí con certeza. Si dice que me lo enviaron, me lo enviaron, pero ni lo vi, ni lo respondí. Yo todos los días borro los mensajes que me llegan durante el día, porque son montones y a veces se traspapelan”, aseguró Campbell.
En el chat de WhatsApp, Herrera agregó que esa era “la línea recomendable” en caso de consultas de la prensa u otras declaraciones. Mencionó que la decisión de abandonar el recinto fue soberana y no consensuada con las delegaciones de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba y Nicaragua, que también protestaron contra Temer.
Además, el ministro les escribió a los diputados: “No representa ningún ‘rompimiento’ de relaciones (con Brasil) ni amerita más que un momento de tensión intencional (una llamada de atención) ante hechos que consideramos preocupantes”.
Inicialmente, el 20 de setiembre, la Cancillería alegó que la decisión obedecía a dudas sobre “ciertas actitudes y actuaciones”, en materia democrática, acontecidas después del juicio político contra la hoy expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el cual deparó en la asunción de Michel Temer.Posteriormente, el mandatario Solís enumeró tres causas: la posibilidad de que, en el Congreso de Brasil, se discuta un proyecto de amnistía interna, la opacidad de algunos de los procesos que se han seguido (después de la destitución) y la violencia contra la oposición política.